“LIBERTAD ES EJERCER CON CONCIENCIA Y RESPONSABILIDAD DERECHOS Y OBLIGACIONES”

“Las redes sociales y el gobierno abierto son saludables, le dan transparencia a la vida pública”.

Ángel Hernández
Columnas
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Los gobiernos abiertos y que interactúan en redes sociales son saludables porque le dan transparencia a la vida pública, afirma el presidente del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), Luis Miguel Martínez Anzures, pero advierte que si bien las plataformas digitales pueden generar opinión, no participan en la toma de decisiones gubernamentales.

Martínez destaca que algunas tendencias dentro de los gobiernos, herramientas que ya están dentro de la administración pública mexicana como la nueva gobernanza, permiten invitar a los ciudadanos a involucrarse en el proceso para adoptar una decisión clave para la sociedad.

Acerca de los retos de la administración pública en México afirma que principalmente son los que plantea la pandemia de Covid-19, “como adaptarse a las nuevas políticas que determina el gobierno. Hay que tener agilidad de adaptación y ejercicio de políticas públicas eficaces”, resalta.

—¿Qué papel desempeña la administración pública en el país?

—Para muchos autores la administración pública es el gobierno en acción. El objetivo gubernamental es tener un cuerpo burocrático especializado que haga cumplir las órdenes del gobierno, encargado de crear y dar las directrices de las políticas públicas. Todos los gobiernos dirigen políticamente la administración pública pero el que la ejecuta y la hace posible, que aterriza esas órdenes, es la administración pública profesionalizada, la cual está a cargo del desempeño y el funcionamiento de los objetivos designados. Se hará lo que decida el gobierno siempre dentro de un marco de actuación: el funcionario no puede hacer más que lo que tiene estrictamente permitido por la ley.

—¿Por qué es importante contar con una administración pública eficaz?

—Es una condición imprescindible que los rendimientos óptimos del gobierno los ejecute personal profesionalizado y eficaz: en esa medida van a tener más éxito las acciones. ¿Qué se busca al final del día? El gobierno busca que sus órdenes se ejecuten en el menor tiempo posible, al menor costo y con más eficiencia. Eso se logra teniendo una administración pública profesionalizada y capacitada.

Martínez Anzures recuerda que ha habido muchas naciones temporalmente sin gobierno y aun así funcionan debido a la administración pública. España, por ejemplo, estuvo casi un año sin gobierno por no tener conciliación de intereses entre los órganos políticos y no obstante siguió trabajando. “Los países no se detienen, siguen funcionando a través de la administración pública”, destaca.

Impacto

—¿Cuál ha sido el papel del Instituto Nacional de Administración Pública a 67 años de su creación?

—El de profesionalizar al funcionario que está en ejercicio o de quien estudia para ser o tener aspiraciones dentro del ámbito de la administración pública: se le capacita para enriquecer su desempeño en la práctica con la teoría.

—¿Cómo ha sido el tránsito del país al pasar de una etapa de gobiernos asistencialistas a otros de mercado desde el último tercio del siglo XX?

—El gobierno crea y genera las políticas públicas y económicas. Antes era más amplio, en tiempos del Estado benefactor. Viene después el neoliberalismo y cambian el tipo de políticas y la aplicación de ellas, pero la administración pública al final se ejerce dentro de lo que la ley le permite.

Agrega que se puede cambiar la ley y hacerla más amplia para la participación del mercado dentro de la política, pero el administrador público sigue siendo el que genera y aplica las políticas públicas. “Los administradores públicos no cambian su proceder, la cambian las directrices políticas del gobierno. Por ejemplo, el que se permita inversión privada no hace que cambie la actuación del administrador público, ya que seguirá actuando dentro del marco de la ley”.

Agrega que los pendientes y déficits de un gobierno serían dentro del balance del gobernante y no del administrador público.

—Se ha dicho que el gobierno de México es “chiquito”. ¿Coincide con esta afirmación?

—El neoliberalismo es el principio básico del Estado mínimo. En su tamaño un gobierno obeso es igual de pernicioso que un gobierno desvalido. Se puede tener un gobierno muy grande o muy chico, eso no lo hace eficaz sino el profesionalismo del administrador público para servirlo.

¿Qué impacto ha tenido en la administración pública la mayor participación de los ciudadanos en temas de gobierno?

—Creo que no mucho. Lo positivo es la llamada gobernanza, es decir, la participación de la sociedad en la toma de decisiones. A finales de los años ochenta del siglo anterior surgieron las Organizaciones No Gubernamentales que después derivaron en participación de organizaciones civiles.

Destaca que los gobierno invitan a las organizaciones civiles a participar en las tomas de decisiones, lo que es saludable, aunque en ocasiones se termina burocratizando muchas decisiones porque se vuelven parte del gobierno.

—¿Cómo se encuentra México respecto de corrientes como la nueva gobernanza y el gobierno de redes?

—Esas herramientas ya están y no se pueden quitar. Tienen influencia dentro del gobierno pero no tanto como para que irrumpan en la toma de decisiones, porque se generan muchos conflictos. Creo que la administración pública se dirige, no se usa. Se tiene que dirigir para darle grandes cambios.

Añade que “las redes sociales y el gobierno abierto son saludables, le dan transparencia a la vida pública. Sin embargo, las redes sociales pueden generar opinión pero no toma de decisiones en los gobiernos. Pueden influir en el gobernante para que realice un cambio en la toma decisión, pero eso tiene que permear en la administración pública. Jerarquizaría la formación a la información, la profesionalización de los servidores públicos sobre el acceso de información. ¿Qué ganas con tener mucha información si no tienes la formación para procesarla?”

—¿Cómo entender la gobernanza en la administración pública de nuestro país?

—La gobernanza es invitar a la participación de la sociedad, pero creo que la tendencia de este gobierno es al revés. No opino si es correcto o no. Pienso que el gobierno es lo mejor que se ha inventado. No es lo más bueno pero es lo mejor mientras no se invente algo más. El mundo no se puede dividir en el mercado porque el mercado no gobierna, no da gobernabilidad, y cuando esta no se tiene recurres al gobierno para que te respalde”.

—¿Cuáles son los retos de la administración pública en México?

—Los veo en todos lados. Los grandes retos que plantea la pandemia son adaptarse a las nuevas políticas públicas que determina el gobierno. Hay que tener una agilidad de adaptación y ejercicio de políticas públicas eficaces. Ese es el gran reto y se requiere más profesionalización y formación del administrador público, quien cada día tiene que ser más especializado. La administración pública es una vocación, no es un empleo.

—¿Para usted qué es la libertad?

—Es la facultad que tengo de realizar acciones sin que nadie me lo impida. Es decir, ni la sociedad ni el poder como tal, bajo el principio de que el servidor público solo puede hacer aquello que tenga expresamente permitido por la ley. Que como ciudadanos podamos hacer todo aquello que no esté prohibido expresamente. Esa es para mí la libertad: ejercer con conciencia y responsabilidad mis derechos y obligaciones.

Perfil

Luis Miguel Martínez Anzures es licenciado en Contaduría y Auditoría Pública por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Es especialista en Finanzas por el Instituto de Estudios Superiores de Monterrey y cuenta con doctorado y maestría en Administración Pública por la UNAM. Se ha desempeñado como director adjunto de Nacional Financiera, coordinador general de Auditoría de la Contaduría Mayor de Hacienda, director de administración de Fonatur y director ejecutivo de administración en la Secretaría de Obras del Gobierno del Distrito Federal, entre otros cargos públicos.