Ingrid Espinosa Cetina, feminista, comunicóloga egresada del Tecnológico de Monterrey y actual coordinadora de Responsabilidad Social de Avon, platica en entrevista sobre la forma en que las empresas pueden contribuir a erradicar la violencia contra las mujeres.
—¿Qué es el feminismo?
—Es este despertar hacia los derechos de las mujeres, que puedan realizar sus sueños y que no haya ninguna limitación, pero sobre todo vivir en un mundo libre de violencia.
—¿Qué es lo más urgente por atender en cuanto a la violencia de género?
—La parte de la atención (legal, sicológica y médica) que ellas pueden requerir. Lo que hemos visto mediante los proyectos y fundaciones que financiamos es que estas instituciones o instrumentos están ahí disponibles. El problema, o lo que más urge, es poder compartir y difundir cómo se realizan estos procesos de acercamiento, a dónde ellas pueden hablar en caso de requerirlo, porque gran parte de las ocasiones las mujeres tienen miedo de hablar. Piensan: “¿Y si no me creen?, ¿y si esto me provoca más problemas de los que ya tengo en mi casa con el agresor?” Este ha sido un tema recurrente durante el confinamiento por la pandemia. Entonces necesitan de una llamada, de un instrumento que les permita hacerlo.
Por otro lado, añade Espinosa, “no solo se debe trabajar con las mujeres: la violencia de género es un problema que se debe resolver desde la raíz; y con esto me refiero a que mujeres y hombres debemos tomar conciencia sobre qué es la violencia y cuál es su impacto en nuestras vidas, así como dónde puedo buscar ayuda. Creo que el punto medio sería, primero, sensibilizar y, posteriormente, concientizar a todos sobre lo que es la violencia y así evitar sesgos”.
Herramientas
—¿Cuáles son las estrategias que la marca con la que trabaja tiene en torno de la violencia de género?
—Primero quiero decirte que para nosotros el bienestar de la mujer es primordial. Por medio de nuestro modelo de negocio nos interesa brindarles herramientas que les permitan su independencia financiera. Pero también información para dos causas: el tema de la salud, donde tratamos el problema del cáncer de mama; y el de la salud emocional. Aquí está la cuestión de la violencia de género. Esto lo hacemos mediante una herramienta llamada Promesa Avon.
En el tema de género, puntualiza, “esta Promesa inició el 25 de noviembre de 2004, justo en el día que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia la Mujer. No obstante promovemos el tema todo el año ya que la violencia de género se combate todos los días. Justo con el tema de la Promesa es como formamos conciencia, brindando espacios para que la gente conozca y sea mucho más sensible a estos asuntos. Por ejemplo, en el mes de mayo promovemos Maternidades libres de violencia, que es un tema del cual no se habla mucho. Versa sobre la violencia obstétrica, durante el embarazo y el parto, y de esta manera generamos conciencia en cierto sector de la población”.
Pero también, dice, “brindamos apoyos económicos: el año pasado en nuestra convocatoria de Promesa 111 fundaciones inscribieron sus proyectos y de esta manera en febrero donamos cinco millones 183 mil 717 pesos a ocho proyectos”.
Con esto se beneficiarán más de 70 mil mujeres. “Entre las fundaciones con las que trabajamos se encuentran organizaciones como la Red Nacional de Refugios, Casa Gaviota, Fundación Origen e incluso hay dos proyectos que tienen que ver con líneas de atención, que son Línea Mexfam y Fundación Origen. Lo que buscamos es que las mujeres sepan que ambas líneas brindan una primera escucha y les comparten lo que necesiten. Por ejemplo, asesoría legal o sicológica. Sabemos que romper el círculo de violencia es un proceso fuerte que lleva tiempo, pero evidentemente ellas pueden contar con estas herramientas”.