María Gabriela Ortiz Ramírez, líder y fundadora de iniciativas como MIC: Mujeres en Ingeniería y Ciencias, Xignux Challenge y el programa Women Mentoring in STEM dirigido a mujeres jóvenes de educación media superior, también ganadora del Premio Tec Mujer, platica sobre la brecha de género dentro de la ciencia y la tecnología.
—¿En su opinión existe un acceso equitativo dentro de la ciencia y a la tecnología?
—No. Y esto es porque intervienen muchos factores. Hay por supuesto menos mujeres que ingresan a las carreras STEM (aquellas relacionadas con las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y al haber más hombres hay más acceso hacia recursos para ellos. También está la fuga de talentos desde la educación media superior, pasando por la profesional y hasta el posgrado.
—¿Qué hacer para cerrar esta brecha de género?
—Primero aceptar que es una realidad. Lo que decidimos desde la iniciativa MIC del Tecnológico de Monterrey es que lejos de reunirnos a discutir lo que no hemos hecho hay que reunirnos para hacer lo que sí es posible cambiar. Otro detalle muy importante es crear conciencia y poder dialogar con nuestros colegas hombres. Entonces ¿hay igualdad de oportunidades? No. ¿Se están creando? Sí. En este sentido, depende de nosotras: creo que en la medida en la que va evolucionando el entorno nosotras también vamos cambiando.
Espacios específicos
—¿A qué se debe esa resistencia?
—Son muchos factores. Uno de ellos es una cuestión cultural: a la mujer le cuesta mucho trabajo decir “yo hice”, “yo propuse”, “yo conseguí”. Es natural en nosotras. Entonces hay que romper esos estereotipos y esas barreras que nosotras mismas nos ponemos. Por supuesto, también hay que capacitar a nuestros colegas varones porque muchos no se sienten cómodos aún trabajando con una mujer de manera igualitaria.
Por ello, dice Ortiz, “hay que hacer visibles los logros de la mujer, hay que empoderarnos para poder hablar en primera persona y que nos podamos atrever. Y esta es la razón por la cual hay comités muy específicos en el Tecnológico como el caso de Impulsa, que tiene por objetivo visibilizar y hacer acciones para que la mujer pueda tener acceso a puestos de liderazgo”.
—¿Cómo surgió la iniciativa MIC: Mujeres en Ingeniería y Ciencias?
—El 19 de agosto de 2019 la Escuela de Ingeniería y Ciencias dio origen a la iniciativa MIC como una llamada a varias profesoras, colaboradoras e investigadoras para tener una lluvia de ideas con el objetivo de trabajar de manera conjunta y poder incrementar la presencia de la mujer al interior de la escuela. Descubrimos que en el tema de investigación hay que apoyar a estas jóvenes para que puedan desarrollar su carrera y tener el día de mañana independencia. Esa fue la forma en la que decidimos organizarnos y trabajar en cinco diferentes comités (Rector, Mentor, Vinculador, Promotor y Cátedra SHE-STEM), cada uno de los cuales desarrolló su programa de trabajo y actividades en estas grandes temáticas.
—¿Cómo impulsar los proyectos de mujeres en el ámbito de la ciencia y la tecnología?
—Se deben crear espacios específicos para la mujer. Y no hablamos de discriminación sino de acciones positivas para las minorías que deben ser atendidas. Diseñar estos espacios de manera conjunta para poder hacer este acompañamiento y mentoría. Y segundo, no dejar de lado el capacitar y sensibilizar a los colegas hombres para disminuir los sesgos inconscientes y lograr un compromiso y una responsabilidad compartida.