Andrea Arabella Ramírez Montes de Oca, feminista, abogada, catedrática de la Facultad de Derecho de la UNAM y titular del Observatorio Jurídico de Género de la misma facultad, platica en entrevista sobre la importancia de construir desde las universidades políticas públicas de género integrales y equitativas.
—¿Qué es el feminismo?
—No hay un solo feminismo: lo defino como luchar por una mayor igualdad hacia las mujeres y hacia otras identidades sexuales. También busca erradicar la violencia contra nosotras, crear sociedades más igualitarias, que sean más justas y libres.
—¿Cuál es el objetivo del Observatorio Jurídico de Género, qué tipo de apoyo brinda?
—El Observatorio surge como resultado de todas las manifestaciones sobre acoso de género que existen dentro de la UNAM y, sobre todo, el cierre de diversas facultades. Por ello hicimos un plan integral que incluye una Unidad de Género y un Observatorio Jurídico; este último se hace cargo de todas las cuestiones de prevención.
En este sentido, añade, “nos hemos dado cuenta de que dentro de las universidades ha habido campañas de prevención fallidas. Nosotras trabajamos en elaborar campañas que hablen el lenguaje de los chicos y de las chicas y que les sean útiles. También impulsamos una propuesta para que se haga un tipo jurisprudencia en el tema de precedentes de acoso, donde se establezca cuáles han sido las acciones, qué y cómo se han sancionado. Esto para reducir el margen de discrecionalidad que tienen las autoridades universitarias al momento de decidir qué es lo que se hace con un profesor o alumno denunciado por un tema de acoso”.
—Después de la marcha del 8 de marzo, ¿cuál es la ruta que debiera seguirse?
—Pese a esta gran marcha las estrategias políticas han sido divididas, es decir, estamos juntas en la idea de erradicar la violencia y de manifestarnos contra ella, pero falta hacer una agenda política para lograr alianzas que pueden ser benéficas para diversos sectores. Me parece que se debe trazar una agenda política interseccional, con agentes de diversos medios: de los poderes Legislativo, Ejecutivo, Judicial… Y sobre todo que las colectivas se sienten a dialogar bajo un esquema de horizontalidad. Eso me parece que debe ser el paso siguiente.
Raíz
—¿Qué considera más urgente de atender en el tema de violencia de género?
—Sin duda, el feminicidio. El tema se ha explorado muy poco: no hay datos certeros sobre cómo ha aumentado y en qué regiones; es decir, ha habido años en los que ha disminuido en algunos estados, por ejemplo, Aguascalientes, porque se han aplicado medidas concretas en esos lugares.
Otro tema importante, dice Arabella, “es el de la prevención y la educación, que siempre van dirigidas hacia las mujeres. Por ejemplo, tenemos campañas de prevención en las universidades que dicen ‘Mujeres, denuncien’, pero hoy por hoy las mujeres no confían en las instituciones. ¿Cómo nos piden denunciar? Sin embargo pocas veces estas campañas o mensajes se dirigen a los hombres: a ellos no se les dice ‘No acoses’. Este tipo de mensajes deben tener una visión más amplia y no solo llamar a la denuncia. No se trata de hacer una política que vaya hacia un solo lado”.
Otro ejemplo, puntualiza, “es que en el tema del feminicidio se toman medidas como calles más iluminadas y no se está viendo el problema de raíz, que es el porqué los hombres matan a las mujeres con esas características de la exposición de los cuerpos, de violencia sexual: no se está yendo al fondo del problema”.
—¿Cuál es su recomendación al Estado?
—Lo primero es que escuchen a los expertos; lo segundo, que dejen de dar discursos: necesitamos acciones concretas. Y estas acciones solo se pueden hacer mediante políticas que sean transparentes y contengan evaluadores e indicadores en plazos determinados. Sin eso es muy probable que la violencia en México continúe.