“TRAS LA PANDEMIA EL MERCADO LABORAL CIERRA SUS PUERTAS A LAS MUJERES”

Con la pandemia cayó drásticamente el porcentaje de mujeres con trayectoria laboral ascendente.

Martha Mejía
Columnas
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Rocío Espinosa Montiel, maestra en Economía y Econometría por la Universidad de Southampton (Inglaterra) e investigadora en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, platica sobre el reporte Mercado laboral y mujeres: las puertas cerradas.

—¿En qué consiste el estudio y qué encontraron en él?

—Lo que buscamos es conocer las razones por las cuales las mujeres no están dentro del mercado laboral. Nuestro grupo de análisis fueron personas de entre 25 y 64 años. Antes de la pandemia cerca de 22.2 millones de mujeres estaban dispuestas a realizar actividades productivas más allá de las del mantenimiento del hogar. Esta cifra puede parecer enorme, pero si se compara con los 35.1 millones de hombres en la misma situación no lo es; es decir, puesto de otra forma, menos de la mitad de las mujeres y más de tres cuartas partes de los hombres participan en el mercado de trabajo.

Ahora bien, explica, “siete de cada diez mujeres que entran al mercado de trabajo mantienen un empleo remunerado durante todo un año, mientras que esta cifra es de nueve de cada diez para los hombres. Esto significa que del total de mujeres mayores de 15 años solo 16 millones alcanzan un empleo remunerado continuo; de un número similar de hombres, casi el doble lo logra. Esta es la gran barrera de género para iniciar una movilidad laboral ascendente para nosotras”.

—¿Qué desventajas laborales para las mujeres se desarrollaron a partir de la pandemia?

—Luego de un año de pandemia, para el primer trimestre de 2021 se había reducido en más de dos millones el número de mujeres con un trabajo remunerado, mientras que esta reducción fue de poco más de un millón para el caso de los hombres. Las mujeres que permanecieron con una ocupación remunerada tras la pandemia sufrieron un deterioro en el acceso a los servicios de salud casi del doble del que tuvieron los hombres, aunque la capacitación laboral siguió favoreciéndolas. Sin embargo, con la pandemia cayó drásticamente el porcentaje de mujeres con trayectoria laboral ascendente a alrededor de 10%, así como su remuneración promedio, casi 2 por ciento.

Políticas públicas

En el último año, agrega Espinosa, “la recuperación económica está elevando la movilidad laboral, particularmente de las mujeres, para regresar a los niveles que existían antes de la pandemia. Esto que parece una buena noticia, en realidad nos regresa a un severo problema estructural en la movilidad laboral de las mujeres. Si observamos la parte más baja de la escalera de ingresos entre la población ocupada, al término de 2021 (y similar a antes de la pandemia) una mayor proporción de mujeres, 62%, forma parte de esa posición, mientras que entre los hombres hay 46 por ciento”.

—¿Cuál es la recomendación para un mercado laboral más equitativo?

—Se requiere el fortalecimiento de políticas públicas que permitan la inserción de las mujeres en actividades remuneradas, dentro de las cuales la creación de un sistema de cuidados que les libere tiempo para su desarrollo profesional y personal. Por ejemplo, dejar a sus hijos o a personas que ellas cuidan en lugares seguros mientras ellas trabajan. También se requiere equidad de trato e igualdad de oportunidades por parte del sector privado en sus prácticas laborales, en áreas como la fijación de salarios, el acceso a seguridad social, la flexibilidad laboral y los permisos.