Tatiana Rico, diseñadora gráfica, cofundadora y directora creativa del Colectivo Cruces x Rosas, platica sobre la campaña El jabón que mancha, una iniciativa que busca sensibilizar a la sociedad sobre su responsabilidad ante actos de violencia contra las mujeres.
—¿En qué consiste la iniciativa?
—Además de las cifras sobre feminicidios y desapariciones existen otros actos de violencia que impactan a las mujeres y sobre las que todos como individuos tenemos responsabilidad. Estos actos van desde emitir o ser testigos de un comentario misógino, un hombre acosando a una mujer, un insulto o cualquier acto de desigualdad. En este contexto, El jabón que mancha es una campaña de sensibilización cuyo objetivo es mostrar que la violencia de género es una problemática que afecta a todos en general.
Añade: “Lavarnos las manos ante cualquier acto de violencia contra la mujer, ya sea sicológica, física, sexual o económica deja huellas imborrables en la vida de las víctimas y es un problema que involucra a toda la sociedad. Este jabón es un símbolo que evidencia la impunidad, la indiferencia y la normalización de un tema que afecta históricamente a las mujeres en México y el mundo”.
De hecho, dice Rico, “se mandaron algunos jabones con forma de rostro de mujer que compartimos con líderes de opinión, colectivos feministas y voluntarias, el cual literalmente al usarlo mancha las manos de morado para hacer la referencia”.
Señales
—¿Cómo corregir esta situación?
—Siendo un agente de cambio. Justo dividimos la campaña en tres formas: medio de comunicación, influencer y persona de a pie. Si eres medio de comunicación puedes hacer comunicación y campañas con perspectiva de género, investigar las notas, no revictimizar; internamente las empresas también deben comprender que las mujeres tenemos o vivimos en un sistema patriarcal en el que siempre hemos estado oprimidas. La idea es que cada vez que eso pase, se cambie el chip.
Si eres influencer “debes tener muy clara tu corresponsabilidad, ya que tu contenido o comentarios pueden perjudicar a las mujeres. Entonces, si no tienes por qué opinar de algo que no sea tu campo, no lo hagas. Y si deseas hablar sobre feminismo, equidad o violencia de género infórmate y edúcate”.
Y “si eres una persona de a pie puedes ser un agente de cambio al no ser indiferente ante una situación que vulnere a una mujer. Por ejemplo, si escuchas que tu vecina es víctima de violencia, oyes golpes, insultos y no dices nada, entonces te estás lavando las manos. Pero si hago algo, por ejemplo llamar a la policía en el momento en que se está ejerciendo violencia y brindarle apoyo, entonces soy un agente de cambio”.
—¿Cuáles son las señales de alerta en torno a la violencia de género?
—En una comunidad aproximadamente de 30 mil mujeres en la que hace un año hicimos una encuesta, nos dimos cuenta de que la violencia de género tiene un patrón: comienza con una merma en la autoestima, es decir, se empiezan a ejercer relaciones asimétricas, tóxicas, que pueden llevar a la violencia sicológica; luego se ejerce un aislamiento a la víctima; y de ahí estás a nada de violencia física, misma que puede escalar a un feminicidio.
Tatiana Rico dice creer que “la bandera roja se debe alzar cuando a una mujer su pareja la aísla de su familia o de sus amigos: es el momento de decirle a ella qué está pasando, puesto que el aislamiento es una de las señales que más podemos evidenciar”.