Resulta que después de estar desaparecido de la escena política durante meses Marcelo Ebrard nuevamente se reinventó y regresó con la reforma energética. Haciendo gala de colmillo político, agarró al vuelo la declaración del presidente EPN al Financial Times sobre la apertura de Pemex a la inversión privada y de inmediato propició que el PRD saliera unido a reiterar que está en contra de cualquier reforma a la Constitución. Aunque eso ya lo había planteado desde enero pasado Cuauhtémoc Cárdenas. El caso es que la izquierda (sin Andrés Manuel López Obrador, por cierto) ya fijó su posición sobre el tema, lo que le va a dar para que en los próximos meses tenga una bandera común y pueda recorrer el país arengando a sus simpatizantes. Por lo pronto, los principales líderes perredistas olvidaron momentáneamente sus pleitos internos y salieron muy juntitos y sonriendo para la foto… ¡a ver cuánto les dura!
Disposición
Y como el gran tema de la actualidad son las reformas legislativas, el senador Emilio Gamboa se reunió en Querétaro con los sectores productivos convocados por la Coparmex. La reunión estuvo repleta de empresarios, a quienes Gamboa aseguró que dentro del Senado de la República hay absoluta disposición de todas las fuerzas políticas por continuar trabajando a favor de los cambios que el país necesita. Sobre la reforma energética, todos coincidieron en que no se trata de privatizar Pemex sino de modernizar a la empresa para que, a través de la riqueza que potencialmente tiene, se logre mayor competitividad en México. Para la reforma hacendaria se comprometió a escuchar a todos los sectores para que sus puntos de vista sean incluidos en estos cambios.
Me enteré de que luego de la aprehensión del ex gobernador Andrés Granier, la PGJ de Tabasco le concedió nueva fecha para rendir su declaración a Luis Felipe Graham Zapata, quien fuera su secretario de Salud. El ex funcionario tendrá que rendir declaración en calidad de “persona relacionada” con la investigación por malos manejos en el gobierno y que todavía dará mucho de qué hablar. Ah, y mientras Granier ya está encerrado, quien anda muy quitado de la pena es Juan Sabines, quien no solo desvió recursos sino también tuvo un sexenio lleno de corrupción, pasando por el encarcelamiento de enemigos políticos, lideres sociales, periodistas y opositores a su gobierno.
Y como estilo mata carita…
Dicen que los gastos que Ernesto Cordero le cargó al Senado no eran derroches personales. Que lo de Louis Vuitton es un libro de historia de la marca comprado en Liverpool; que la camiseta de los Xolos fue para el hijo del vicepresidente de Argentina, que es fan del equipo; que los gastos en artículos de baño son porque la oficina tiene baño y hay que equiparlo; que las joyas en realidad son colguijes de 760 pesos para las siete senadoras que son mamás; que, al final, lo que se denota es que hay un control de gasto, pues ¡hasta para chicles había que presentar facturas!...