Desde que irrumpió en la palestra como suspirante a la gubernatura de Nuevo León, el senador “influencer” Samuel García puso al descubierto toda su indolencia respecto de los tiempos que corren en México.
No tuvo recato en mostrar en redes sociales su vida de lujos, sus viajes por África y su estilo broncudo de hacer política, usando de tiro al blanco un día sí y el otro también a Morena y al gobernador Jaime Rodríguez, El Bronco.
La notoriedad que cobró le sirvió para que a principios de año se situara muy alto en las preferencias para la gubernatura, incluso por delante de Tatiana Clouthier.
Pero hoy eso se le ha escapado de las manos. Al escándalo machista por reclamarle en una transmisión en vivo a su esposa por estar “enseñando mucha pierna” le ha seguido el hackeo de su cuenta de Facebook donde se publicó su supuesta renuncia al partido Movimiento Ciudadano y la declinación a sus aspiraciones a la candidatura a gobernador.
En el mensaje colgado en su cuenta hackeada se acusaba de corrupción a Luis Donaldo Colosio Riojas y de pretender lucrar este con el escándalo de misoginia que al propio Samuel lo había llevado a tomar “talleres de nuevas masculinidades”.
El senatore ha salido a hacer control de daños, anunciando que demandará a quienes hayan hackeado su cuenta.
Podrá ser falso o no pero hay algo premonitorio en este nuevo escándalo: su sobreexposición mediática más que beneficiarle ha sido contraproducente ya que no hará pasar desapercibidos sus anteriores escándalos, como su boda por la iglesia en plena fase 3 de la pandemia por Covid o la venta de mascarillas KN95 en la que habría incurrido su esposa, Mariana Rodríguez, justo cuando había desabasto de este producto.
Tache a clases en casa
El inicio del nuevo ciclo escolar resultó ser un nuevo calvario para escuelas, profesores, alumnos y padres de familia en el marco de esta pandemia.
Empezando por las herramientas tecnológicas con que las familias deben contar, como laptops, tabletas o televisores, cuando se trata de más de un hijo por hogar.
Aunado a ello esta responsabilidad recae en las mamás ya que uno de cada tres hogares en México tiene como jefa de familia a una mujer, quienes ahora además de trabajar o realizar labores del hogar tienen que apoyar a sus hijos durante las clases. Sin duda es un reto cuesta arriba ya que la ansiedad en las casas es enorme, por lo que vale la pena ser bastante flexibles.
Estilo mata carita...
Como todo indicaba llegamos a la cifra de 60 mil muertos (y contando) calificada como catastrófica por el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, al principio de la pandemia.
Lo que no se ve es cuál es la estrategia de aquí en adelante ya que el funcionario responsable de las acciones contra esta pandemia se sigue lavando las manos de la responsabilidad que le toca, justificando que dichas muertes se deben a una población con enfermedades previas. La soberbia de Gatell ante esta catástrofe parece no tener límites.