La semana pasada llegaron a México los primeros médicos cubanos de una segunda ronda de presunto apoyo de la dictadura caribeña a nuestro país en materia de salud.
Según el convenio entre el IMSS y Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos SA, del cual tengo una copia, serán un total de 610 doctoras y doctores cubanos quienes cubrirán parte de las cinco mil 329 vacantes médicas que no fueron reclamadas por doctores mexicanos en zonas de alta marginación del territorio nacional.
En su lugar irá este ejército de doctores que nos manda el régimen de Miguel Díaz-Canel a cambio de una “módica” cuota de un millón 177 mil 300 euros al mes, pagaderos al gobierno cubano a una tasa de cambio fija de 20.70 pesos por cada euro y durante un año.
De hecho, el IMSS tuvo que depositar como anticipo 50% del monto de la primera mensualidad.
Dicen las malas lenguas que de ese dineral que México le pagará al gobierno cubano, estos médicos solo recibirán 100 dólares.
La Secretaría de Salud (o sea, el aviador Jorge Alcocer) medirá los resultados de la cooperación con base en la satisfacción de los pacientes atendidos y la calificación del ejercicio médico.
Sin embargo, las quejas ya comenzaron a presentarse, puesto que los médicos cubanos han preguntado en diversas ocasiones si es necesario canalizar a cierto tipo de pacientes a hospitales de tercer nivel.
De acuerdo con mi amigo y gran experto en el tema Xavier Tello, “a un paciente con infarto siempre hay que hacerle un cateterismo. No se presta a discusión. Evidentemente los médicos cubanos lo que harían con un paciente sería dejarlo en el centro de salud sin derivarlo al especialista”.
Lo que, dice, “veladamente deja ver que estos médicos evitarán derivar a los pacientes hacia los hospitales de alta especialidad. Para gastar lo menos posible. Y utilizar recursos de medicina... cubana”.
Otra raya al tigre
En otros temas más globales, ahora se suma una nueva posibilidad de conflicto entre Estados Unidos y China por la visita de la congresista Nancy Pelosi a Taiwán. Qué ganas de pintarle una raya más al tigre. No obstante la inflación, el Covid-19, la viruela del mono, la guerra en Ucrania y el cambio climático, ahora una nueva posibilidad de guerra entre las dos superpotencias.
Si a nuestra generación no le tocó vivir el mundo convulsionado de la primera mitad del siglo XX, todo parece que esos tiempos están volviendo y no sé si estamos preparados para escenarios de ese tipo. Al tiempo.
Estilo mata carita
Para lo que tampoco deberíamos estar preparados es para el veletismo de nuestros políticos, como los diputados panistas locales Nora Jessica Lagunes Jáuregui, Hugo González Saavedra y Othón Hernández Candanedo, quienes apoyaron la iniciativa de reforma para que Rocío Nahle, oriunda de Zacatecas, pueda ser candidata a gobernadora en Veracruz, denominada #LeyNahle. “Por dos pesos son capaces de vender hasta a su madre. Los expulsarán del PAN y ya sabemos a dónde irán”, comentó atinadamente un usuario de Twitter.