La industria tecnológica parece estar en problemas. Casi todos los gigantes tecnológicos, incluidos Amazon, Meta, Snap, Coinbase, Twitter e Intel, anunciaron despidos masivos en meses recientes. Las acciones de muchas de estas empresas cayeron más de 50% en el último año. Twitter no logra superar el caos que desata la llegada de Elon Musk al nido. Aquí la gran pregunta es: ¿por qué todo el sector colapsa en estos momentos?
La respuesta está en las tasas de interés. Luego de casi dos décadas de un crecimiento sin precedente y precios de las acciones por las nubes, hoy las grandes empresas de tecnología se enfrentan a un ajuste de cuentas.
El periodo posterior a la crisis financiera de 2008 se caracterizó por una economía débil y bajas tasas de interés. Esto creó flujos de efectivo sin fin que los inversionistas, en busca de altas tasas de retorno, invirtieron en compañías de software de bajo costo. Luego llegaron los teléfonos inteligentes. Las aplicaciones se reprodujeron sin parar hasta alcanzar un ritmo actual de tres mil 739 nuevas Apps cada día. Las redes sociales se adentraron en cada aspecto de nuestras vidas y Hollywood pasó de la pantalla grande a la pantalla touch. El mundo estaba en la palma de nuestras manos.
Y después vino la pandemia de Covid-19. De un día para otro la demanda de compras, socialización y trabajo en línea se disparó y las tecnológicas no se daban abasto. Mientras el resto de las industrias se enfrentaron a un desempleo brutal las empresas del sector tech contrataron como nunca. Y no solo eso, sino que además apostaron a un futuro en el que el mundo no daría marcha atrás a su revolución “en línea”.
Horizonte
¿Qué podría salir mal? Todo. Con la inflación pospandemia y el aumento de las tasas de interés el dinero fácil se evaporó y con ello la percepción de que los famosos “unicornios” tecnológicos jamás bajarían de su nube. El resultado: recortes que hace unos meses hubieran parecido inimaginables. Sin embargo, sería un error asumir que esto será algo permanente. Algunos sugieren que lo que ocurre actualmente en Sillicon Valley es apenas una señal de una recesión que está por venir, pero la realidad es que se trata de algo mucho más profundo.
Así como la burbuja inmobiliaria de 2007 tuvo que reventar en algún momento, la del sector tecnológico estaba destinada a hacer lo mismo. No obstante, esto es apenas un periodo de transición. Para el llamado Big Tech esta crisis podría traer la madurez que la industria necesita. Mucho se habla de un pivote de las tecnológicas hacia proyectos mucho más ambiciosos: desde Jeff Bezos, fundador de Amazon, abandonando a su empresa para irse a construir cohetes con su nueva apuesta Blue Origin, hasta Twitter siendo adquirido por el hombre más rico del mundo y pionero en la industria de autos eléctricos y, oh sorpresa, exploración espacial; quizás estemos ante el nacimiento de una nueva era tecnológica.
No, Twitter no está muerto, a pesar de que #RIPTwitter fue tendencia en la red social durante varios días, pero su futuro parece más turbulento que nunca; así como el de muchos otros gigantes tecnológicos. Sin embargo, si algo nos enseña la historia reciente es que resulta muy poco probable que estas empresas se queden con los brazos cruzados.
Lexema A Isaac Newton siempre se le ha atribuido la frase: “Si he llegado a ver más lejos que otros es porque me subí a hombros de gigantes”. Y quizás hoy es más cierta que nunca, tomando en cuenta que algunos gigantes, aún arrodillados, no dejan de ver hacia el próximo horizonte.