DOÑA MARI

“Hoy es diputada federal”.

Jorgina Gaxiola
Columnas
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Doña Mari tiene 70 años. Es hija de campesinos. Tuvo diez hermanos. Caminó y corrió descalza durante toda su infancia. No asistió a la escuela porque sus padres no solo no podían enviarla: ellos tampoco pudieron estudiar. El único juguete que tuvo fue una muñeca de cartón. Toda su vida ha vivido en Tlajomulco.

Se casó muy joven, antes de los 20; sigue casada, a pesar de que por un tiempo sufrió violencia familiar. Dice que el matrimonio es para siempre. Tuvo dos hijos. Uno de ellos murió a los siete meses de nacido porque no pudo pagar ni el doctor ni las medicinas. Quiso tener cuatro hijos pero no fue su destino. Su hermana abandonó a sus dos hijas, entonces ella las adoptó.

Esfuerzo

Vendía los productos de sus cosechas. Poco a poco y luego de mucho esfuerzo bajo el sol pudo abrir una tienda de abarrotes. Así fue como empezó a ayudar a los demás. Siempre las personas necesitadas acuden a ella porque, sin tener dudas, las apoya.

De tal manera pasó gran parte de su vida y fue adquiriendo un liderazgo importante. Se inscribió a las clases gratuitas del INVEA y estudió primaria, secundaria y preparatoria. Siguió adelante y continuó con la licenciatura. Se tituló como administradora de empresas de la UVM a los 60 años.

Hasta el día de hoy no deja de ayudar a la gente. Dona su sueldo para apoyar a los adultos mayores, su principal causa. Trabaja para que el gobierno ayude a los campesinos a tener una vivienda digna, pues ella creció sin agua y electricidad en su hogar.

En las elecciones pasadas ganó la campaña para diputada por el distrito 12 de Tlajomulco, Jalisco.

Hoy es diputada federal y no falta ni un solo día a las sesiones en San Lázaro.