UN BENEFICIO MUNDIAL

Mundial 2026
Columnas
Compartir

Si existe un deporte que despierta interés y pasión a nivel global sin duda es el futbol. México tiene la notoria distinción de ser de aquellos países cuyo estado de ánimo se empareja con los resultados que obtenga el equipo favorito o bien el equipo de todos los mexicanos: el representativo nacional. Así, el próximo Mundial de la FIFA en 2026 bien puede lograr mucho más que un benéfico o pernicioso estado de ánimo en los mexicanos: los beneficios por derrama e inversión económica pueden hacerse palpables e importantes para nuestra nación.

Como dato relevante hay que tener en cuenta que hemos organizado ya dos ediciones del magno torneo, en 1970 y 1986. Y con esa experiencia podemos afirmar que es cierto que la justa deportiva se ha constituido como una palanca económica que genera flujos por turismo, inversión y también, por supuesto, coloca al país en una vitrina de exposición para mostrarse al mundo de manera positiva.

El hecho de compartir esta edición del mundial con Canadá y Estados Unidos pone sobre la mesa un componente de interés adicional. A pesar de los exabruptos políticos y comerciales generados por la imposición de aranceles, esta es una ocasión propicia para aligerar la carga que deja una relación que con las semanas se ha vuelto tensa.

Y cada país tendrá que hacer lo propio para adecuar su infraestructura en aras de dar la mejor experiencia a todos quienes nos visitarán. En el caso de México, se anunció que subrayadamente para la Ciudad de México, así como el Aeropuerto Internacional Benito Juárez, se destinarán 805 millones de dólares para inversión en infraestructura, adecuaciones y arreglos.

Al tener a la vista los montos que Estados Unidos y Canadá emplearán para tal efecto empezamos a palidecer un poco los mexicanos. En el caso del país de la hoja de maple estamos hablando de una inversión de mil 400 millones de dólares para sus propios arreglos. En cuanto a Estados Unidos, se pactó la estratosférica cantidad de diez mil millones de dólares para este Mundial. Es cierto que existe una diferencia en cuanto al número de partidos a alojar por cada país, pero para el estado que guarda la infraestructura urbana en el caso de México quizás estemos ante un monto insuficiente.

Esfuerzos

Pero la recompensa a recolectar sería bastante generosa al ser anfitriones de la inauguración y 13 partidos. En el caso de la derrama económica directa impulsada por una afluencia de visitantes, que puede rondar los cinco millones de turistas, se estima que obtendremos poco más de mil millones de dólares. Sin embargo, las repercusiones positivas indirectas en la creación de empleos temporales y directos, más el impacto económico que puede tener todo un ecosistema de experiencias conexas, se cree que se significarían en más de siete mil millones de dólares adicionales. La creación de empleos entre voluntarios temporales y todo el crew de atención se estima llegue a más de 20 mil empleos.

Estas cifras lo dicen todo: hay un enorme beneficio por ser receptores de esta gran fiesta del futbol.

Pero hay otra cara de la moneda que aún queda pendiente para trabajar en los próximos meses. El gran catálogo de la problemática añeja que ilustra negativamente nuestra visibilidad en el mundo y que tiene que ver con una situación de inseguridad preocupante. Aún no se especifican los planes estratégicos que permitan una correcta protección del visitante extranjero ni tampoco se revelan esfuerzos adicionales para la promoción de un México al que en muchos círculos internacionales se cuestiona por la inseguridad.

Y hay otra cara del poliedro que nos puede beneficiar en conjunto. A nadie escapa el ambiente de crispación social y el profundo divisionismo que priva en el México que hoy se distingue por dogmas y apegos políticos. Estamos ante una oportunidad para demostrar que somos capaces de encontrar puntos de unión en un entorno de polarización y empezar de una vez por todas a zanjar diferencias que históricamente. A su vez, quizás identificados en la fiesta del futbol, por igual podamos acortar distancias con nuestros coanfitriones y vecinos. Hay un buen panorama, aprovechémoslo.

×