¡A LA BOLSA, BOLSONARO!

Guillermo Deloya
Columnas
BOLSONARO

Si la humanidad pudiera recordar una época reciente donde haya reinado con holgura la incertidumbre, el miedo y la confusión, tal vez de manera unánime mencionaríamos que bien puede haber sido la pandemia de Covid-19. Si a tal escenario de inquietud, agregamos la negligencia en ocasiones criminal con la que diversos gobiernos manejaron la crisis sanitaria, estamos ante una mezcla perfecta para el desastre, que en muchos casos significó la pérdida de cientos y miles de vidas.

Pero a pesar de los auténticos cínicos, a quienes la vida humana importó poco, aún quedaron heridas abiertas que ahora pasan a cobrar importantes facturas.

Desafortunadamente no es el caso de nuestro país, pero sí el de una nación hermana latinoamericana que pareciera dar el paso para no dejar actos criminales en la impunidad: Brasil, uno de los países más poblados de América, tuvo un duro azote ante la pandemia vivida hace cerca de cuatro años.

Así, este país se destacó por tener una alta tasa de mortalidad, ya que desde la primera detección en febrero de 2020 hasta finales de 2022 se alcanzó una cifra de poco más de 700 mil brasileños fallecidos por tal afección.

La nación sudamericana se vio envuelta en una dura polémica por las políticas públicas impulsadas por el entonces presidente Jair Bolsonaro, quien siempre se distinguió por una postura endurecida y crítica contra la prevención mediante inoculación. Se creó un ambiente de confrontación que incluso lanzó a las calles protestas contra las restricciones sanitarias y polarizó el ambiente a grados de choque entre simpatizantes y adversarios.

Pero el camino aún será largo para lograr una acusación criminal contra el expresidente. Actualmente se cuenta con un informe de investigación policial según el cual existen suficientes datos para afirmar que Bolsonaro, un auténtico negacionista de la pandemia, falsificó distintos certificados de vacunación para evitar restricciones sanitarias y de tránsito, documentos que utilizó en favor de su círculo cercano y su hija.

Polémica

No cabe duda de que este personaje se encuentra en medio de una dura polémica, sobre todo porque en este contexto también se le señala como aquel que obstaculizó la oportuna llegada de un significativo cargamento de vacunas Pfizer en momentos en que la epidemia se endurecía.

Pero eso no es todo: ya incluso existen señalamientos por asociación criminal derivada de estas y otras acciones dentro de su mandato.

Lo cierto es que la discusión aún permanece viva en muchos círculos no solo en Brasil sino a nivel global. Todavía no se sabe con absoluta seguridad si los métodos y tiempos para la generación de inmunidad mediante vacunas fueron los correctos; este fue un aprendizaje totalmente acelerado del cual no hemos salido a plenitud. Lo que sí es cierto es que en la época de mayor crisis encontramos países que se destacaron no muy honrosamente en cuanto a cifras por decesos y otros indicadores.

Particularmente podemos hablar de dos: México y Brasil. En lo que toca al rubro de contagios acumulados para América y el Caribe, ambas naciones se ubicaron en los primeros lugares, particularmente Brasil en el top latinoamericano con un acumulado de 33 millones de contagios. Ya referimos el número de muertes para el país sudamericano, y para nuestro México, en ese par de años de crisis, la ubicación fue destacada ya que excedimos las 400 mil muertes y logramos más de seis y medio millones de casos.

¿Pero qué hace diferente a nuestros países en este delicado tema? Bueno, al menos nuestros hermanos latinoamericanos han decidido dar el primer paso en el señalamiento de responsables, contrario a un Hugo López-Gatell que se pasea a sus anchas sin cargar sobre los hombros los más de medio millón de muertos que ocasionó una muy deficiente comunicación, al grado de la confusión y la arrogancia, el desdén por el uso del cubrebocas, el caótico manejo del semáforo epidemiológico y un largo, larguísimo etcétera que viene a dibujar un perfil de comportamiento negligente por parte de quien plenipotenciariamente tuviera a su cargo el manejo de la pandemia. Quizá venga la noche para Bolsonaro; ojalá lo acompañe Gatell en su muy merecido destino.