TANTI AUGURI, CECILIA BARTOLI

“Su discografía es amplísima y riquísima”.

Cecilia Bartoli
Columnas
Share

Una de mis cantantes favoritas, de mis grandes predilectas, de las más y mejor dotadas, cumple 59 años esta semana. Me refiero a la gran mezzosoprano Cecilia Bartoli, quien nació en Roma el 4 de junio de 1966.

Afirmo que es un portento de mujer pues su voz es inigualable. Capaz de hacer vibratos, modulaciones y manejar la vocalización como nadie —que yo conozca— lo ha logrado, la Bartoli posee además una personalidad sumamente distinguida. Es graciosa, habla con los ojos, con la mirada y con esa sonrisa que fascina. Siente la música y lo expresa con el cuerpo entero. Aunque no se encuentre desempeñando un papel operístico, su presencia escénica contagia, emociona.

Pensarán ustedes que exagero, pero los invito a que la escuchen y la vean. Quedarán prensados de por vida.

Su padre y madre eran cantantes profesionales y, por ende, fueron sus primeros maestros. A muy temprana edad ingresó a la Academia de Música de Santa Cecilia (por cierto, Santa Cecilia, a quien conmemoramos cada 22 de noviembre, es la patrona de los músicos; bonita coincidencia, pues).

A los 19 años hizo su primera aparición en televisión, lo que provocó que el gran Riccardo Muti, a la sazón director del Teatro alla Scala de Milán, la invitara a una audición. Poco después el mismísimo Herbert von Karajan la convocó para participar en la Misa en Si Menor de J. S. Bach y en el Festival de Salzburgo edición 1990, proyecto este último que se vio truncado por el sensible fallecimiento del anfitrión (Karajan murió en julio de 1989).

Más adelante otro extraordinario director de orquesta, pianista, musicólogo y pacifista, Daniel Barenboim, quedó fascinado al escuchar a la Bartoli haciendo un tributo a María Callas.

Nichos

Yo tuve oportunidad de verla en el Teatro Metropolitano de la Ópera de Nueva York en 1997 haciendo La Cenerentola, de Rossini. Apenas un año antes había debutado en ese escenario en el papel de Despina en Così fan tutte, de Mozart.

Su discografía es amplísima y riquísima, pero por lo pronto quiero destacar el compendio que considero es el que mejor la dibuja: el concierto Viva Vivaldi!, grabado en video en el Teatro de los Campos Elíseos de París en septiembre de 2000 y con la orquesta de cámara Il Giardino Armonico (Arthaus Musik). Se trata de una colección de arias de diversas óperas del llamado “sacerdote rojo”, de un complejísimo grado de dificultad, más allá de la historia y libretos que puedan estar detrás. Es realmente admirable la forma en que, con el movimiento de sus ojos y tarareando las notas de la orquesta, acompaña cada una de estas indomables piezas operísticas. Su energía es incontenible.

Bajo la dirección del citado Daniel Barenboim y de otro grande, Nikolaus Harnoncourt, la Bartoli se orientó en otro momento, y muy particularmente, hacia las obras de Mozart.

Pero su repertorio no termina con todo lo aquí expuesto. Además de Vivaldi, nuestra cumpleañera encuentra en las óperas del Barroco un gran nicho para su bella, refinada y potente voz. Es así que hace 20 años, por ejemplo, ya la veíamos interpretar a Cleopatra en Giulio Cesare, de Händel. Asimismo, su acervo incluyó obras de Haydn y de Antonio Salieri.

Otro de los papeles que llaman poderosamente la atención es su interpretación de Norma, de Vincenzo Bellini, haciendo la ópera completa (DECCA). Nótese que este es un rol para soprano, pero dada la versatilidad de la Bartoli su desempeño es simplemente formidable. Su homenaje a Maria Malibrán (también en DECCA) no solo “resucitó” al personaje, sino que además nos permite descubrirle una más de sus facetas.

¡Viva la música!

×