UN CHÍCHARO GUARDADO

Cristopher Rivera
Columnas
CHICHARITO HERNÁNDEZ

Regresó Javier Hernández al futbol mexicano con las Chivas, pero ese joven simpático, enfocado y goleador que se fue en el ya lejano 2010 al Manchester United del futbol de Inglaterra nada tiene que ver con el que hoy regresa: un veterano de las canchas al que lo único que lo ha destacado en los últimos años de su carrera ha sido la polémica, el bajo rendimiento y la constante inactividad.

Increíblemente, un jugador lesionado, que ha pasado desapercibido últimamente, es el fichaje bomba del futbol mexicano. ¡Lo que es vivir del pasado! Un mal muy común en la cultura deportiva y de otros entornos de nuestro país.

Mientras tanto, a 224 kilómetros de Guadalajara, se encuentra León, Guanajuato; ahí presentaban con la Fiera a Andrés Guardado, jugador que unas semanas atrás estaba participando con el Real Betis Balompié de la liga española, la segunda liga más importante a nivel mundial.

Guardado regresa al balompié mexicano luego de una larga y muy exitosa trayectoria en Europa. El famoso Principito se dejó de tanta faramalla, se enfundó la playera del León y se puso a jugar. Este sí luce como un refuerzo en toda la extensión de la palabra.

Pronto el retorno de estos dos grandes jugadores a la Liga MX generó una discusión que ha llevado a muchos a sacar sus pompones y perder la objetividad. Ante este debate me voy a permitir opinar de la manera más objetiva posible.

Mucha banca

Primero que nada, reconozco que Javier Hernández llegó a ser un jugador muy importante en el carácter internacional para nuestro país, jugando para clubes de primer nivel como el United o Real Madrid, pero en el inevitable recuento de su trayectoria en Europa no encuentro a un Chicharito con regularidad y, que yo sepa, las figuras del futbol se miden por su constancia y eficiencia.

Las únicas temporadas realmente productivas que recuerdo de Hernández en el futbol de Europa fueron la primera con el Manchester United, donde marcó 20 goles, y también la primera campaña con el Bayern Leverkusen de Alemania, donde consiguió 22 anotaciones. De ahí en fuera, ninguna maravilla. ¡Esa es la verdad!

Que jugó en el Real Madrid y metió un gol importante en Champions ante el Atlético de Madrid, sí; pero en lo general su estancia en el equipo merengue fue de mucha banca y poco juego en la cancha.

Y no me digan que porque estaban Cristiano Ronaldo y otros: la realidad es que Hernández era en ese momento un buen jugador, pero no con el suficiente talento para ser titular indiscutible en el equipo más ganador del futbol mundial.

Después, en el West Ham, Sevilla y Galaxy pasó absolutamente desapercibido; y no lo digo yo, lo dicen los números.

Así, entonces, en la inevitable comparación resulta que Andrés Guardado se come la carrera de Hernández por concepto de regularidad, constancia y profesionalismo. ¿Por qué digo profesionalismo? Porque Guardado nunca se distrajo en temas que no tenían nada que ver con el futbol. Simplemente, se dedicó a jugar.

No le voy a contar toda la carrera de Guardado, pero donde se paró, a excepción del Valencia de España, fue un jugador determinante y con capacidad de ser un referente constante, fundamentalmente en el Deportivo la Coruña y PSV Eindhoven.

Sin duda, Guardado es el tercer mejor jugador en la historia del futbol mexicano, solo por detrás de Hugo Sánchez y Rafael Márquez. Después vienen los demás. ¡Vean los números!

Esto se trata de constancia y regularidad en la cancha, señores, no de venta de playeras.