LOS COMPROMISOS DEL INICIO DE CAMPAÑAS

Samuel Rodríguez
Columnas
CAMPAÑAS

Las campañas por la Presidencia están en marcha y el panorama es más que claro, como lo señaló Claudia Sheinbaum al referir que solo hay dos opciones: que continúe la transformación del país o que se regrese al pasado.

Así de claro. Y con ello planteó con precisión que tiene solamente un rival a vencer, que no es otra que Xóchitl Gálvez.

En paralelo, el escenario político nacional comenzó a llenarse de spots y mensajes en redes sociales que la verdad sea dicha son del interés de un escaso sector de la población. El grueso de la ciudadanía permanece inmerso en su agenda personal y social. El reto de las candidatas y el candidato, en particular, y en general de los institutos políticos, es que vote más de 70% del padrón electoral para que el resultado sea contundente e irrebatible.

Gálvez trató de colocarse a la vanguardia con un inicio de actividades en el primer minuto del 1 de marzo y posteriormente mediante un compromiso ante notario público signado con sangre de que respetaría los programas sociales. Sin embargo, quizás olvidó que esos programas están protegidos por la Constitución y todo eventual cambio tendría que pasar primero por el Congreso de la Unión, donde difícilmente PAN, PRI y PRD lograrán contar con la mayoría absoluta.

Y luego, por supuesto, ser ratificado por los Congresos estatales, donde Morena tiene al momento un amplio dominio.

Además, desde Fresnillo, Zacatecas, Gálvez cuestionó el nivel de seguridad que prevalece en el país y señaló que enfrentará a los grupos criminales.

Jorge Álvarez Máynez, a su vez, se ciñó por completo al discurso que enarbola Movimiento Ciudadano al tildar a sus adversarias de ser parte de la vieja política, sin mayor argumento de peso y fondo.

Desde Lagos de Moreno, Jalisco, cuestionó las propuestas de las candidatas presidenciales al tiempo que, a pesar de sus 38 años, argumentó que la vieja política lleva años dándole la espalda a las generaciones más jóvenes, lo que en el fondo pone de relieve que deja de lado el hecho de que Carlos Salinas de Gortari asumió la Presidencia con 40 años de edad; Felipe Calderón a los 44; y Enrique Peña Nieto a los 46 años.

Un aspecto evidente es que Álvarez Máynez tratará de buscar el respaldo de los electores jóvenes y se apoyará en las redes sociales para ello.

Mensaje

En un hecho por demás sorpresivo Sheinbaum no solo presentó 100 compromisos, sino que su discurso se mantuvo en positivo, sin titubeos.

Dejó atrás el añoso concepto que utilizaban los candidatos de “en el caso de que el voto del pueblo me favorezca”, para hablar en futuro con la convicción de quien da por sentado que será la ganadora de la contienda electoral.

Además, dejó en claro que es una candidata con propuesta y perspectiva personal, por lo que si bien está comprometida a construir el segundo piso de la transformación lo hará con una visión propia y con liderazgo.

En una muestra de unidad e inclusión, en la víspera del arranque de su campaña presentó a su equipo de colaboradores, en el que tuvieron cabida todos los que tomaron parte en el proceso de selección interna de Morena, cada quien con tareas específicas. Con ello superó con mucho los escenarios de una eventual escisión, para plantear la existencia de un bloque sólido.

Sheinbaum está más que consciente de la importancia de promover un voto seis de seis en la jornada electoral, para que el Ejecutivo, el Senado, la Cámara de Diputados, las gubernaturas, los Congresos estatales y los municipios caminen por una misma senda. Su ideal es obtener el carro completo o en su defecto la mayoría absoluta que le permitiría a Morena avanzar sin dilación en los cambios que ha planteado en el plano constitucional.

En el arranque de campañas, sin considerar la capacidad de movilización y aglutinamiento de respaldo popular, lo evidente es que en el plano de las propuestas es claro que el más limitado es Álvarez Máynez, lo que en principio confirma la percepción de que la verdadera disputa se centra en las opciones que representan por un lado Sheinbaum con un centenar de compromisos y, por otro, Gálvez con base en un discurso enfocado en la alternancia, pero con propuestas contadas al momento.

En general, lo que resta en las semanas por venir es administrar el discurso e incentivar a los simpatizantes para que acudan a las urnas el 2 de junio.