A dos meses de que concluya la campaña por la Presidencia de la República y luego de casi un mes de actividades, declaraciones y propuestas de las candidatas y el candidato, llega el momento del primer debate, el foro de expresión nacional que con su audiencia tanto en medios tradicionales como en electrónicos dará cuenta de la verdadera tendencia de la participación.
Más allá de las tradicionales posiciones en las que cada participante se da a sí mismo como ganador y del resultado de las pretendidas encuestas, lo más trascendental será sin duda saber si en el marco del periodo vacacional de Semana Santa el primer debate entre Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez logra captar la atención social o no.
Los mensajes y propuestas que transmitan, así como los inevitables ataques y críticas, debieran servir para normar y alentar la participación social.
Muchas familias estarán en pleno tránsito de regreso a sus hogares en tanto se desarrolla el debate, con la mira puesta en la reanudación de actividades normales, tanto laborales como escolares, el lunes 8 de abril; en tanto que otras ya en sus hogares harán lo propio.
De ahí que será por demás interesante la estimación que se realice sobre las audiencias con que contará el evento. Sin duda será un excelente indicador del interés ciudadano por el desarrollo del proceso electoral.
Más allá de las mesas posdebate y los análisis que lleven a cabo los especialistas de café, así como los números de las encuestas sobre el debate, la atención social será el gran indicador.
Domingo 7
El debate entre Gálvez, Sheinbaum y Álvarez, hasta donde se aprecia, ha buscado atraer la atención social a través de la posibilidad de que los ciudadanos puedan proponer preguntas que deberán ser respondidas por los participantes, una opción que se antoja a todas luces arriesgada, aunque la autoridad electoral ha establecido parámetros para la aceptación y selección de las preguntas.
El primer debate presidencial se realizará el domingo 7 de abril en la sede del INE a las 20:00 horas y tendrá una duración de dos horas. Los temas que abordarán los participantes son salud, educación, combate a la corrupción, transparencia, no discriminación y grupos vulnerables y violencia en contra de las mujeres.
La peculiaridad del debate, como ya se anotó, es que busca privilegiar la participación ciudadana a través de redes sociales e incluir la regionalización de las preguntas. Personas mayores de 13 años enviaron hasta el jueves 21 de marzo sus cuestionamientos, que debieron apegarse a los temas definidos para el debate para ser considerados en el primer debate presidencial, además de no incluir lenguaje ofensivo, discursos de odio, inclinación partidista, ideológica, religiosa o cualquier manifestación de violencia o discriminación, o referirse a algún logro de gobierno y/o propaganda gubernamental, y ser redactados de forma general y abierta, así como no estar dirigidos a una candidatura específica.
Signa Lab, el Laboratorio de Innovación Tecnológica y de Estudios Interdisciplinarios Aplicados adscrito al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), es la instancia académica responsable de la selección y procesamiento de las 108 preguntas para el primer debate.
Las preguntas finales se entregarán a los moderadores del debate durante las primeras doce horas del miércoles previo a la realización de este ejercicio, para que tengan la libertad de elegir los cuestionamientos que formularán a los participantes.
Por donde se quiera ver lo interesante, más allá de lo que se diga o exponga en el debate, será ver si se logra que un amplio número de potenciales votantes sigan su desarrollo y con ello pongan de manifiesto su interés por la evolución de la contienda.