DARLENE ROJAS: UNA VOZ POR LA IGUALDAD EN LA JUSTICIA LABORAL

Darlene Rojas

Hablar de justicia con perspectiva de género no es una coyuntura o una tendencia: es un mandato constitucional. Significa mirar la ley desde la realidad de las desigualdades. Detrás de cada sentencia y cada reforma hay historias de mujeres que fueron despedidas, ignoradas o relegadas, y que gracias a la justicia encontraron la posibilidad de ser escuchadas.

La especialista en materia laboral Darlene Rojas, con 27 años de trayectoria en el servicio público y quien fue presidenta de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México, directora general del DIF capitalino y candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), afirma que juzgar con perspectiva de género implica equilibrar las condiciones entre hombres y mujeres, reconociendo los estereotipos que históricamente han limitado el acceso a la justicia y al trabajo digno.

“La justicia con perspectiva de género va enfocada precisamente a buscar este equilibrio frente a la desigualdad que existe entre hombres y mujeres”, explica. “Creo que sobre todo desde el punto de vista laboral es muy importante poner estos ejemplos, porque a veces nosotras como mujeres, sobre todo marcadas con estos estereotipos, somos las obligadas normalmente por esta práctica cultural al cuidado de los menores, la limpieza de la casa, o el tema, por ejemplo, de cuidados de adultos mayores”.

En su experiencia la justicia laboral con perspectiva de género permite cuestionar estructuras legales que perpetúan esas diferencias. “Ya hubo una resolución, particularmente de los tribunales laborales, donde establecen que precisamente para igualar los derechos entre los hombres y las mujeres, y sobre todo garantizar el tema de los cuidados, en especial de los menores, también es un derecho que les corresponde a los hombres, es decir, que ellos también pueden realizar la inscripción”.

La mejor herramienta

Rojas recuerda que por años la ley limitó el acceso de los hombres a las estancias infantiles del IMSS, permitiéndoles inscribir a sus hijos únicamente en circunstancias particulares. “Los hombres solamente podían registrar a los hijos menores en estancias infantiles cuando se trataba de viudos o si tenían la guardia y custodia de los menores, es decir, que no tenían a la pareja al cuidado de los menores”.

Avanzar hacia la igualdad, dice, requiere voluntad institucional y sentencias que acompañen la realidad. “Si realmente queremos un equilibrio entre los hombres y las mujeres, y que las mujeres puedan salir al campo laboral y tener las mismas oportunidades de ascender, esto tiene que ir acompañado de la legislación y también de las propias resoluciones, que muchas veces son parteaguas precisamente para garantizar este ejercicio de derechos y del equilibrio entre género”.

Además, afirma que en materia laboral una de las prácticas más graves continúa siendo el despido de mujeres embarazadas. “Un caso particular que desafortunadamente ha sido reiterado y que hoy todavía a la fecha lo vemos, es el de las mujeres embarazadas que son despedidas sin una causa justificada, simplemente por el hecho de estar embarazadas”.

Los datos, advierte, son contundentes. “El mayor porcentaje de las demandas que son interpuestas por estas mujeres es porque el patrón se entera de que están embarazadas y por esa situación las despiden”.

Frente a esa realidad, la reforma laboral de 2019 incorporó una medida clave: “Se logró garantizar precisamente que cuando se esté alegando en el caso de una demanda el despido injustificado por la causal que tiene que ver de estar embarazada, hoy los jueces ya pueden determinar como medida precautoria que aun y cuando hayan sido despedidas el patrón no le puede quitar el servicio de seguridad social, es decir, se le obliga a que la mantenga registrada ante el Seguro Social”.

Para Darlene Rojas el conocimiento es la mejor herramienta para ejercer los derechos. “Creo que es importante conocer nuestros derechos. A veces tenemos dudas cuando salimos al mercado laboral y la legislación está hecha precisamente para garantizar el ejercicio de los derechos de las mujeres. Si surge alguna duda, podemos acudir a las Procuradurías de la Defensa del Trabajo o ante los Centros de Conciliación, que también dan orientación”.

Su mensaje final es esperanzador: “Hoy hemos visto un gran avance precisamente en el ejercicio real de los derechos, para evitar la doble revictimización en el caso particular de las mujeres. ¿Cómo seguir creyendo? Alzando la voz, es la única forma en la que podemos seguir garantizando que las autoridades cumplan con sus obligaciones, porque hoy es un mandato constitucional que se juzgue con perspectiva de género”.

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