DECISIONES GRAVITACIONALES

Daniela Suárez
Columnas
DECISIONES

El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe a dónde va.

Antoine de Saint-Exupéry

Uno puede creer que la toma de decisiones es un proceso sencillo o tal vez muy conocido. Cuando se nos presenta un problema o nos encontramos con un camino bifurcado quizás evaluemos los pros y los contras de ir hacia la derecha o a la izquierda. O bien, en otras ocasiones, tomar decisiones sería algo más instintivo, algo como apegarnos a un sentimiento interno que nos indica hacia qué lado ir. Sin embargo, ¿qué sucede cuando hay que tomar decisiones fuera de un entorno con gravedad?

Una nueva investigación publicada en Scientific Reports encontró que, en un entorno con microgravedad, la toma de decisiones sí cambia y esto podría tener potenciales implicaciones para las futuras misiones espaciales.

En el primero de dos estudios Leyla Loued-Khenissi, de la Universidad de Ginebra, y sus colegas reclutaron a 22 participantes para un experimento en el piso. Con lentes de realidad virtual, los participantes vieron en primera persona un dron que navegaba por una cueva.

Los videos se detenían justo antes de que el dron alcanzara la salida y en un total de 420 pruebas los participantes tenían que decidir si el dron se estrellaría contra el techo o el suelo de la cueva, o si lograría salir, y después evaluar y valorar su nivel de confianza en la decisión que tomaron. En total, los investigadores habían creado 21 trayectorias de vuelo ligeramente diferentes.

A veces era fácil juzgar si el dron iba a salir de la cueva con seguridad, mientras que otras veces era menos obvio. En estas situaciones más complejas los participantes se mostraron menos confiados en sus respuestas tal y como lo esperaba el equipo de expertos. A la vez, también se tomaron más tiempo en llegar a una decisión.

Y estos resultados funcionaron como base para un segundo experimento. En este, dos de los participantes fueron llevados a unos vuelos donde por unos momentos llegaron a flotar y experimentar brevemente y de manera similar un viaje al espacio. Durante estos vuelos los participantes realizaron el recorrido del dron mientras experimentaron gravedad más alta de lo normal y también cero gravedad.

Puerta

Aunque los resultados mostraron que la microgravedad no afectó el juicio de estos participantes, sí afectó su confianza con esos juicios, es decir, en microgravedad se sintieron con más confianza en sus respuestas. Esta diferencia en la confianza se notó cuando era menos obvio si el dron iba a chocar o no.

Los investigadores sugieren algunas posibles razones para este hallazgo. La primera está relacionada con la sensación de euforia. Los participantes en el experimento del avión declararon sentirse eufóricos mientras estuvieron sin gravedad y de acuerdo con los expertos algunos astronautas también han manifestado euforia mientras se adaptan a la microgravedad.

Estudios anteriores también han demostrado que los sentimientos positivos pueden aumentar la confianza, por lo que el exceso de confianza impulsado por la euforia podría ayudar a explicar los resultados.

Otra posible razón es que la microgravedad puede hacer que las personas sientan que su cuerpo se expande y esto podría haber afectado a los juicios perceptivos de los participantes, indicaron los expertos.

Si bien este es un estudio preliminar, puede ser una puerta importante a otros estudios relevantes para futuros viajes espaciales.

Y hablando de decisiones, ¿tú cómo las tomas?, ¿aplicas un método instintivo o analizas posibles resultados?