He tenido el gusto de asistir a los eventos patrios desde que era niño. Cada uno tiene su significado y representa en cada ocasión una firme manera de recordar como nación de dónde venimos y hacia dónde vamos. La elección democrática de nuestros gobernantes, investidos con la banda presidencial, también representa la plena soberanía de un pueblo trabajador y comprometido con el desarrollo y la justicia social. El pasado día martes 16 tuvo lugar una muy singular manifestación.
Por primera vez en la historia de México una mujer encabezó como presidenta y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas el desfile conmemorativo del inicio de la Guerra de Independencia.
La doctora Claudia Scehinbaum Pardo, acompañada por el gabinete y otras funcionarias y funcionarios, dieron testimonio de la gallardía y marcialidad de las y los integrantes de la Armada, el Ejército, la Guardia Nacional y la Fuerza Aérea Mexicana. También fue distintivo que hicieran uso de la palabra —en este orden— el almirante secretario de Marina, Pedro Raymundo Morales Ángeles; el general secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, y la presidenta.
El contenido de los discursos, a su vez, fue sensible a las condiciones que vive nuestro país. Sobre todo, ante los hechos aún en investigación respecto de actos de corrupción en la Secretaría de Marina: las palabras del almirante Morales se escucharon con fuerza en la plaza del Zócalo, corazón cívico del país. De forma textual señaló que el prestigio y buena fama de la Armada han quedado a buen resguardo, dado que desde adentro de la institución se dio un paso al frente para sanear y ajustar los problemas de malos actos administrativos.
Sin ambages, el alto mando de la Armada puntualizó que las investigaciones serán del todo agotadas; que no habrá contemplaciones ni excepciones para sancionar a los militares y funcionarios que resulten responsables.
Liderazgo
En mi parecer, la consolidación del liderazgo del almirante Morales ha sido producto de una gestión firme y decidida para poner un ejemplo y referente en los ámbitos de la administración pública, municipal, estatal y federal.
A su vez, el general secretario Trevilla recordó los pasajes que nos han conducido a ser una nación libre, independiente y soberana. México, afirmó, ha sido un país agobiado y asediado por intereses internacionales que ven y han visto su enorme potencial en recursos naturales, así como por su estratégica ubicación geográfica. Concluyó su intervención argumentando a favor de las instituciones, la democracia y la certeza en la conducción del destino del país en manos de una mujer visionaria y, sobre todo, responsable con sus tareas como primera mandataria.
La presidenta cerró los discursos aludiendo a las mexicanas que con su compromiso y patriotismo apoyaron, incluso a costa de sus vidas, la lucha por la independencia del país.
Sin duda, fue un evento de enorme contenido histórico, político y cívico. Se trató del primer desfile conmemorativo del inicio de la Guerra de Independencia que encabeza una mujer. México está en cambio y por la ruta correcta.