EL ALIADO INCÓMODO

“La filtración favorece a una sola persona: Vladimir Putin”.

Lucy Bravo
Columnas
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Una vez más el aparato de inteligencia estadunidense está al centro del huracán después de que una serie de documentos con información altamente clasificada del Pentágono fueron filtrados en internet.

A pesar de que las fotos de los archivos clasificados comenzaron a circular ampliamente en las redes sociales rusas la semana pasada y en el sitio web de jugadores Discord en febrero y marzo, el gobierno estadunidense no ha respondido de manera contundente a la crisis.

Los archivos revelan información secreta sobre las operaciones estadunidenses en distintas partes del mundo, como la presencia de hasta 100 oficiales de operaciones especiales de la OTAN en Ucrania. Indican que Estados Unidos se ha infiltrado en grupos de inteligencia rusos. Y muestran con cierto detalle lo que EU ha obtenido al espiar a socios como Israel, Egipto y Corea del Sur. Como diría el dicho, con esos amigos…

El Pentágono señaló que los documentos militares “parecen contener material sensible y altamente clasificado”, pero el Departamento de Defensa no confirmó la autenticidad de los documentos y subrayó repetidamente que al menos algunos fueron manipulados. Aunque dadas las circunstancias ¿qué más podrían decir?

Problema

Entre las revelaciones más preocupantes están documentos que sugieren que una victoria de la anticipada contraofensiva de primavera de Ucrania es poco probable y que sus defensas aéreas están vulnerables. Un informe del diario The New York Times citó un documento filtrado que predecía que las municiones para los sistemas de defensa aérea de la era soviética de Ucrania podrían agotarse a principios del mes de mayo, dejando al interior del país expuesto a ataques aéreos.

Los informes también colocan a dos aliados de EU, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, en una situación bastante incómoda, por decir lo menos. En el caso de Egipto la información revela que el gobierno de Abdelfatah al-Sisi sostiene un acuerdo secreto para suministrar a Rusia con 40 mil cohetes, pólvora y proyectiles de artillería; mientras que los Emiratos Árabes Unidos habrían accedido a filtrar la inteligencia de EU y el Reino Unido para ganarse el favor de Rusia.

La semana pasada el FBI arrestó a un sospechoso relacionado con la filtración de los documentos del Pentágono, pero el daño claramente ya está hecho.

Cualquiera que sea el resultado del proceso de investigación, la filtración favorece a una sola persona: al presidente ruso, Vladimir Putin.

En un primer lugar, el contenido, sea auténtico o no, es oxígeno puro para la maquinaria de propaganda rusa; y, por otro lado, deja muy mal paradas a las agencias estadunidenses de inteligencia, que una y otra vez se han visto envueltas en este tipo de escándalos.

Ahora el “pequeño” problema es que hay muchas vidas en juego. Con la guerra en Ucrania entrando en una fase de desgaste, cualquier vulnerabilidad podría significar la diferencia entre el fracaso y la victoria.

La OTAN pregona la revitalizada alianza occidental forjada durante la guerra como una “coalición global”, pero una mirada más cercana nos muestra que el mundo está muy lejos de la unidad. Para muestra, el nivel de desconfianza que existe entre todos los aliados.