El cambio de baraja en el INE resultó benéfico para Morena: lejos de frenar el proceso los consejeros marcaron la senda por la que deben transitar los participantes para no ser sancionados.
La confrontación y las discrepancias se esfumaron de súbito para dar paso al respeto y la alineación de los consejeros de la Comisión de Quejas con la forma en que Morena desarrolla sus procesos internos de selección. Lo que hace unos meses hubiera sido objeto de un amplio debate se superó con tranquilidad.
No prosperaron las quejas promovidas contra el proceso de selección del coordinador de los Comités de Defensa de la 4T porque los consejeros no vieron una mínima mancha en el proceso interno de Morena.
En torno del proceso morenista la consejera Claudia Zavala dijo que el INE tiene una competencia limitada para este tipo de actos, “porque hay un acuerdo del Consejo Nacional de Morena que nosotros no vamos a juzgar; eso lo tiene que hacer la Sala Superior del Tribunal Electoral; allá se podrá revocar, modificar o confirmar este acuerdo”.
Precisó que en un primer momento el INE emitió medidas cautelares por si hay actos concretos que pueden resultar infractores de una norma. Resaltó: “Lo que nosotros hicimos fue señalar que el acto del partido político no está en nuestra esfera de competencia, pero sí se emitió una tutela preventiva sobre cuáles son las reglas que se exigen para los momentos electorales, porque dentro de este procedimiento interno quienes van a participar son personas que públicamente han señalado su intención de obtener la candidatura al cargo de Presidencia de la República”.
La Comisión de Quejas del INE otorgó la tutela preventiva porque desde una perspectiva preliminar las acciones que en su caso realicen el partido político y las personas denunciadas podrían actualizar una violación al principio de equidad del proceso electoral federal próximo a iniciar.
Pero lo que en realidad hicieron los integrantes de la Comisión de Quejas fue indicar a los seis participantes en el proceso qué deben hacer para no ser amonestados. Entre otros, los lineamientos son: discursos y mensajes que no llamen al voto; que los eventos no tengan como propósito que sean postulados como precandidatos; que la propaganda no contenga propuestas relacionadas con alguna aspiración electoral.
La salida
Marcelo Ebrard se llevó la delantera al anticipar que tiene en sus planes crear la Secretaría de la Transformación, cuyo titular sería Andrés Manuel López Beltrán, aunque en lo inmediato recibió una declinación.
Ricardo Monreal reviró que no es momento de ofrecer cargos públicos.
Adán Augusto López rechazó el financiamiento de Morena y se fue en contra de Televisa por un presunto veto en su contra.
Desde Oaxaca, Claudia Sheinbaum dijo que tendrá su sello propio, pero dará continuidad a la Transformación.
Manuel Velasco, desde el Estado de México, prometió continuidad a los programas sociales.
En Oaxaca Gerardo Fernández Noroña aseguró que es una buena opción para dar continuidad a la 4T.
Salvo naturales excepciones los aspirantes a la Coordinación de Comités de Defensa de la 4T centrarán sus discursos en la forma en que pueden garantizar la continuidad del gobierno que encabezará hasta el 31 de septiembre de 2024 Andrés Manuel López Obrador.
Lo interesante será ver si respetan los lineamientos marcados por el INE o, confiados en el cambio de actitud de los consejeros, los participantes en el proceso interno se van por la libre, sobre todo en lo que hace al discurso de promoción y la comprobación de los recursos económicos que les ministrará Morena.