EL SUPREMACISMO BLANCO QUE SE ESCONDE EN MÉXICO

“Una mirada rápida a ciertos personajes en la historia”.

Ignacio Anaya
Columnas
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En estos últimos días el tema del supremacismo blanco y la población mexicana o de ascendencia mexicana ha resonado en las redes sociales. El reciente tiroteo en un centro comercial, perpetrado por Mauricio García, un ciudadano estadunidense de supuesta herencia hispana, suscita debates sobre la afiliación de grupos hispanos en Estados Unidos con la extrema derecha. Este fenómeno resurge y actualiza su agenda ideológica, manteniendo sus supuestos fundamentos, en respuesta a problemáticas actuales como la migración, el terrorismo y la guerra, entre otras.

Luego de la noticia del tiroteo y su autor figuras de la derecha cuestionaron la veracidad de los hechos. Para ellos resulta inadmisible que una persona hispana comparta ideas del supremacismo blanco. Esto después de que se revelaron los mensajes que el sujeto publicaba en una red social rusa. Varios no creyeron en dicha versión, aferrándose a la idea de culpar a las drogas y al narcotráfico, para dirigir su discurso a la frontera con México. La polémica congresista republicana Marjorie Taylor Greene tuiteó: “Solo los blancos tontos creerían que un pandillero mexicano está matando gente por la supremacía blanca”.

Tal vez estas personas deban investigar un poco más sobre la presencia de estas ideologías en Latinoamérica. En el caso de México, objeto de interés de este texto, el racismo es un tema del que la sociedad prefiere no hablar y, en cambio, persiste en la falsa idea del mexicano con los brazos abiertos para todos. A comienzos de 2023 la banda fascista Der Stürmer realizó dos conciertos clandestinos en Ciudad de México y Ciudad Juárez. A estos eventos acudieron personas neonazis del país, lo que llevó a varios a preguntarse acerca del auge de estos grupos a nivel nacional.

Influencia transnacional

Una mirada rápida a ciertos personajes en la historia, varios de ellos bien conocidos, muestra la existente simpatía en México con el nazismo. El presidente Plutarco Elías Calles, quien leyó Mi lucha, de Adolf Hitler, en una entrevista en abril de 1936 declaró lo siguiente: “Los judíos estaban llevando a la república alemana al comunismo. ¡El judío es el peligro de las nacionalidades!... El judío no tiene patria y sueña con la dominación del mundo; y, como esa dominación no la puede realizar por el comercio ni por la industria, pretende realizarla por medio de un gobierno universal, de imperio sin fronteras”.

Otro personaje que mostró simpatías con el nazismo fue el reconocido pintor Gerardo Murillo, el Dr. Atl. Fue miembro del grupo de derecha con tendencias fascistas Comité Revolucionario de Reconstrucción Nacional y en una de sus columnas en Excélsior describió a Mussolini como “un hombre admirable preparado por la vida misma para imponerse en la hora del presente… Su carrera parece marcada por una extraña y poderosa fuerza histórica y su nombre coincide extrañamente con las cualidades férreas del Benemérito de las Américas”.

La presencia y el impacto del supremacismo blanco y de las ideologías de extrema derecha no son cuestiones de una sola nacionalidad o color de piel. La reciente tragedia en Estados Unidos revela la influencia transnacional de estas ideas, lo que lleva a una reevaluación de cómo se perciben y se discuten en diferentes contextos culturales y nacionales. Resultaría conveniente, entonces, comenzar a pensar en esta problemática más allá de Europa, EU y Canadá.