Todo idealismo frente a la necesidad es un engaño.
Friedrich Nietzsche (1844-1900).
De 89 organizaciones políticas que buscaron a principios de año su registro como partidos, solo dos pasaron los filtros para participar en las elecciones de 2027, donde se renovará a nivel federal la totalidad de las curules de la Cámara de Diputados.
Desde 1991 hasta 2024, 26 partidos políticos nacionales perdieron su registro. Muchos de ellos no duraron ni la víspera. No pasaron la prueba del escrutinio ciudadano, ni un solo proceso electoral. Recibieron dinero para campañas y, en su mayoría, no cumplieron con las normas de transparencia en el uso de recursos públicos, ni de financiamiento.
Entre los partidos que perdieron su registro, el último fue el PRD, que se había convertido en el icono de la izquierda con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, que se separaron del PRI a finales de los ochenta.
Datos “curiosos”: el Partido Ecologista Mexicano no pasó la prueba en los comicios de 1991, pero le dio paso para que su fundador Emilio González Torres, participara con el Partido Verde Ecologista de México en las elecciones presidenciales de 1994 y tuviera poco más de 3%. Todavía sobrevive. Por otra parte, el Partido del Trabajo, en el 1991 no logró pasar, pero con el apoyo del salinismo llegó a 1994 y se mantuvo navegando sin mayores triunfos hasta la fecha. Hoy, el PVEM y el PT son aliados del oficialismo,
En 2025, decenas de organizaciones buscaron crear nuevos partidos políticos, pero solo dos continúan el proceso: Construyendo Solidaridad y Paz (CSP), vinculada al extinto Partido Encuentro Solidario que apoyó a Morena en 2018, pero sin el 3% que exige la ley perdió el registro.
La otra es Somos México, que se aprovecha de la Marea Rosa y el malestar de las clases medias opositoras al oficialismo.
Estas organizaciones no buscan la mayoría en Diputados sino mantener el registro. Se convertirán en “cacha votos” de aquellos que se sienten desilusionados del oficialismo, pero que no desean los partidos tradicionales como el PAN o el PRI.
En esta maraña de números, lo que sale a relucir es la pobreza de ofertas ideológicas. Aunque el oficialismo se refugia en la izquierda, en varias partes del mundo se deteriora, como pasó en Japón, Francia y España, donde la derecha se fortalece con banderas de orden, respeto y apoyo a la integración familiar.
En México, en su pasada asamblea el PAN hizo un cambio de look. Sin embargo, no tiene liderazgos sólidos y fuertes. En el caso del PRI, su líder, Alejandro Alito Moreno, tiene mucho carácter y no tiene empacho en enfrentarse con los paladines de la izquierda. Ubica su ideología en el centralismo con ligera tendencia a la derecha, de acuerdo al camino que toman Bolivia, Argentina y El Salvador, entre otros países.
Al final de cuentas, regresar a los principios ideológicos será lo más sano para identificar una corriente partidista que pueda jugar en 2030 contra la aplanadora de Morena. La modernización no es cambiar de maquillaje, sino hacer una revisión de los principios y la acción.
Hay partidos, pero faltan los candidatos presidenciales para 2030, incluso con candidatos externos. Es la única salida de supervivencia de los partidos. Los dirigentes deben pensar en un bipartidismo. El país está dividido en dos. Sería saludable.
Poder
La magistrada Janine Otálora dejará una posición estratégica en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), al concluir su periodo de nueve años. Tras aprobarse la reforma judicial, les ofrecieron a los magistrados electorales permanecer en sus cargos dos años más. A esa medida se acogieron Mónica Soto, Felipe de la Mata y Felipe Fuentes, alineados al oficialismo. En la elección pasada, Gilberto Bátiz García y Claudia Valle ganaron dos vacantes. María del Rodo Balderas será la sucesora de Otálora.
Dinero La armadora de camiones Scania, de Alejandro Mondragón, fue salvada por la campana. En momentos complicados vendió a Estafeta, que lidera Jens Grimm, que le compró a Scania 143 camiones, de los cuales 113 son tractocamiones. La señal indica que el sector de logística no está creciendo por el daño que genera la delincuencia que opera en las carreteras del país. Comprar camiones blindados es muy oneroso, pero parece ser la única salida. Son vehículos con mayores normas de sustentabilidad.

