LOS EMPLEOS FALSOS, CULPA DE LA FAMILIA

“Qué son la justicia, la honestidad y la no violencia”.

Tomás Caparroso
Columnas
EMPLEOS FALSOS

La revista Science presentó recientemente en un estudio datos sobre cómo el narco emplea entre 160 y 185 mil personas. Entonces, si nos ponemos a pensar que cada una de esas personas mantiene al menos a otra más, la economía que mueve el narco es similar a las de ciudades como Irapuato.

Ahora imaginemos que no son dos, sino que son cinco personas: las dimensiones de este problema son aún mayores.

Este estudio que presentó la revista tuvo dos autores, Gian Maria Campedelli, de la Universidad de Trento, y Alejandro Hope, quien falleció hace poco.

Cada semana, dice el informe, los grupos criminales reclutan a 350 personas para sustituir a aquellos que son asesinados. Es evidente que después de cinco años de una política de abrazos y no balazos no debemos darnos por vencidos.

No obstante, hay muchas soluciones para poder llegar a mejores situaciones. Voy a presentar un caso donde podemos hablar con éxito de cómo los jóvenes no han caído en manos del narco.

Estamos hablando de Reinserta, un grupo que anuncia transformar vidas, específicamente las de niñas, niños y adolescentes. De acuerdo con este grupo, al año más de 32 mil menores y adolescente sufren algún tipo de violencia; otro dato alarmante es que aproximadamente 300 mil han sido reclutados por el narco.

Otro tema que visibiliza Reinserta es que en los centros penitenciarios no hay espacios adecuados para niños y adolescentes, que deben vivir ahí durante algún periodo de sus vidas por ser hijos de padres que se encuentran recluidos.

Reinserta brinda atención a este grupo de la población a través de un modelo integral que brinda atención sicosocial y protección integral, apoyados por monitoreos y políticas públicas adecuadas, las cuales en diez años han logrado dignificar los espacios para niños, niñas y adolescentes en los centros penitenciarios.

Otro punto importante a destacar es que Reinserta impulsa el apartado de maternidad dentro de la Ley de Ejecución Penal.

Camino

Quiero mantener la idea de que es muy importante pensar sobre los círculos de paz desde el origen de la humanidad hasta nuestros días: estos empiezan en la familia. Y muchos insisten en que los jóvenes reclutados por el narco vienen de familias muy desafortunadas, donde el diálogo es prácticamente inexistente.

La metodología de los círculos ha tenido su aplicación principalmente en grupos institucionales, a diferencia de técnicas de mediación más especializadas; en mi opinión es allí donde debe empezar a trabajarse para que los jóvenes no se vayan a estas agrupaciones del narco, que si bien como señala el estudio se han convertido en fuentes generadoras de ingreso, no son para nada una vía adecuada ni aceptable.

Debemos empezar a ver cuál es el camino para inculcar en nuestros jóvenes que un buen trabajo no solo implica tener dinero, sino que cada familia debe buscar enseñar a sus hijos en casa qué son la justicia, la honestidad y la no violencia.

No es sencillo, sin duda, pero debemos proponernos cada día, cada semana, hacer un circulo de paz dentro de nuestras familias para replantearnos los hechos del día o de la semana, donde se respete la dignidad y se escuche a todos, incluso a los niños, y analizar qué cosas están bien y cuáles no.

Esto es mediación, ya que solamente a través de la cultura de la paz podemos lograr que nuestros hijos no caigan en manos de falsos empleadores, generadores de vicios y muerte.