“ES NECESARIO UN FEMINISMO INCLUSIVO”

Martha Mejía
Columnas
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Laura Bustamante, feminista, creadora de la marca Guamúchil, emprendimiento que fomenta el otorgamiento de empleos a gente sorda y gestiona apoyo para los artesanos mexicanos, platica sobre cómo empoderar a las mujeres a través de negocios incluyentes.

—¿Por qué decidió ser inclusiva en el tema de las personas con debilidad auditiva?

—Porque mi papá y mi mamá son sordos. Nací de padres con esta discapacidad y hasta la fecha es lo que me ha movido a tener una perspectiva distinta de la vida.

—¿Cuáles son las principales dificultades que enfrentan las personas con esta discapacidad?

—Aproximadamente 85% de las personas con discapacidad auditiva no tiene oportunidades laborales justas; es decir, siempre entran a puestos de limpieza o como empaquetadores a pesar de que muchos de ellos cuentan con estudios, con licenciaturas completas. El tema es que hace mucha falta esta visión de las empresas de darle oportunidad laboral a personas con discapacidad, no como un tema de caridad ni activismo, sino realmente que se preocupen por contar con los procesos adecuados para poder emplear y aprovechar sus capacidades y talento para sus empresas.

—¿Qué es Guamúchil? ¿Cómo surgió el proyecto?

—Todo empezó en 2018. Entonces mi prima, que es sorda, y yo teníamos 18 años. Llegó un día y me dijo: “¿Qué crees? Estoy embarazada y quiero buscar trabajo porque no sé cómo le voy a hacer”. En ese momento pensé: “Mujer, embarazada y aparte sorda”. Fue cuando me comencé a dar cuenta de que hay una problemática muy grande en torno de la mujer y de la discapacidad, que involucra directamente la oportunidad laboral. Ahí fue cuando se me ocurrió empezar un emprendimiento que tuviera un gran impacto en otras empresas, que replicaran lo que estoy haciendo. La idea fue sembrar esa semilla para poder generar el cambio. La idea es: “Si yo puedo teniendo 18 años, tú también puedes desde tu proyecto, empezando con algo a pequeña escala hasta lograr algo más grande”.

Informarnos

Guamúchil, agrega Bustamante, “es una marca de productos hechos a mano que elaboran mujeres con alguna discapacidad: el segundo sentido del emprendimiento es darle valor a lo que hay detrás de lo que usamos. Estamos tan acostumbrados a comprar sin conciencia, que se nos olvida que alguien tardó ocho horas en hacer un producto. Entonces, es valorar ese trabajo. Los productos van desde una correa para cámara, para lentes, collares de perros… todo en textil hecho a mano, pero adaptado a diferentes cosas. La marca ha sido un puente también para hablarle a la gente y educarla para saber cómo incluirla de la forma correcta”.

—¿Cómo instruir a la sociedad para que sea incluyente?

—Va desde informarnos sobre estos temas. Por ejemplo, el término “sordomudo” está mal dicho: son personas sordas. No es lenguaje de señas, es una lengua que en 2005 se declaró como Patrimonio de la Humanidad, la Lengua de Señas Mexicana. Otras formas son aprendiendo lengua de señas y dando oportunidades laborales a estas personas. De ahí que sea muy importante informarnos. Es un mundo que hasta nos puede ayudar a explotar la creatividad, porque nos hace salir de nuestra “matrix”; es decir, de las cosas que creemos que todo el mundo vive y que no es cierto: todos tenemos una forma distinta de vivir.

—¿Cuál es la recomendación para otras jóvenes que quieren emprender?

—Que confíen en su intuición; que reconozcan que pueden impactar positivamente en la vida de más personas. Desde que comencé mi carrera quería ser emprendedora, pero a la vez quería también levantar el concepto de la mujer en los negocios. Creo que ese es el feminismo al que pertenezco: impulsar a las mujeres a “romper”, no por cuota de género, sino por capacidades propias de la persona.