LA OPORTUNIDAD QUE DA EL G7

“La invitación de Canadá no es casual”.

G7
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El multilateralismo en un mundo global es una estrategia que permite la resolución de diversos problemas comunes de manera frontal, expedita y ejecutiva. En esas estrategias mucho tiene que ver el contacto directo entre mandatarios, que propician los foros de alto nivel hacia los cuales se concentra la atención en virtud de su relevancia.

Parece plausible que México haya optado por una apertura paulatina hacia el diálogo internacional en este tipo de foros.

El Grupo de los Siete (G7) es una agrupación sólida que encuentra sus raíces en la crisis del petróleo en 1973. Una reunión informal ante tal problemática de los ministros de Japón, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la entonces poderosa Alemania de Occidente dio origen al grupo. Actualmente, tal foro ha sumado a Canadá, Italia y, por supuesto, a la Alemania unificada.

Sus reuniones se llevan a cabo de manera anual y tienen como anfitrión a alguno de los países miembros; ahí, a lo largo de las décadas, se han buscado rumbos a problemas graves de la humanidad. Desde asuntos sensibles de seguridad nacional y combate al terrorismo, hasta sustentabilidad y medio ambiente han sido temas más allá de lo meramente económico y monetario. Las siete grandes potencias económicas del mundo han dado y aportado para la resolución de episodios complicados en la historia mundial, cual fue la epidemia por Covid-19 de 2021.

Así, México como invitado a tan importante escaparate internacional tendrá una gran ocasión para mostrar la cara tan lustrosa que como país tenemos y que bien agrada a inversiones y turismo. Pesa positivamente a favor de nuestro país el antecedente de la presencia y participación de la presidenta Claudia Sheinbaum en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, el pasado año. Su intervención le dio visibilidad a México en la antesala de la muy controvertida reforma judicial. Actualmente, se antoja sumamente oportuna su participación en un foro que bien actúa como una caja de resonancia hacia un mundo ávido de conocer caminos de solución a los temas sensibles.

Bases

La imagen de cualquier país ante el mundo es una amalgama complicada que se compone de la apreciación sobre sus elementos históricos, económicos, culturales y políticos. En el caso de nuestro México tenemos oportunidad de mostrar una apertura amable al mundo, que nos procure un apuntalamiento en nuestra ralentizada economía.

La presidenta Sheinbaum está en la ocasión más propicia para llevar a cabo una gran labor de diplomacia cultural más allá de un muestrario de nuestras bellezas y artes. La construcción de una renovada y valiosa narrativa sobre México permitirá abrir puertas a la cooperación internacional y presentar a nuestro país como un facilitador eficiente en la solución de problemas contemporáneos, así como fortalecerse ante la comunidad internacional en un momento donde es vasto el ruido pernicioso que rodea a las noticias provenientes de nuestro país.

Y los retos concretos estarán en la línea de lo controversial debido a las posturas encontradas que hay en temas como la migración, la seguridad nacional y el respeto a la soberanía entre los países. Es esta la ocasión para que Sheinbaum establezca bases de respeto y cooperación que desahoguen aquellos temas que tanta tensión han encontrado en días recientes. Pero, por igual, la presidenta tiene a su alcance una llave de solución a cuestiones que día a día le cuestan demasiado a los sectores agrícola y automotriz, fundamentalmente. No es cuestión menor cuando ya en tiempo presente se preparan las mesas de discusión para la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).

Los aranceles al acero y la crisis en la exportación cárnica por la presencia del gusano barrenador, en lo comercial; el tráfico y venta ilegal de armas y el combate al crimen organizado, en el rubro de seguridad; y, por supuesto, la protección de nuestros migrantes en el ámbito humanitario, serán sin duda temas que favorecerán su desenredo solamente por el hecho de tener presente a la doctora Sheinbaum.

La invitación del primer ministro Mark Carney no es casual. Canadá, país anfitrión, necesita de México como un aliado poderoso para constituir un frente de argumentos y valor ante Estados Unidos.

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