EL GOBIERNO DE LA IDIOCRACIA

“Es un ejercicio que entrena a la audiencia”.

Donald Trump
Columnas
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Quienes siguen de cerca la política estadunidense en redes sociales se habrán dado cuenta de que para la administración de Donald Trump la presencia en los espacios virtuales es de suma importancia. Pero más allá de eso, algo que la distingue en particular de otras administraciones es la incorporación del humor y la comedia (sobre todo de los memes y las tendencias de internet) para posicionar entre la población internauta ciertos valores o ideales propios.

Esto incluye la producción de memes o videos con Inteligencia Artificial (IA) generativa que enaltecen a Trump y al Partido Republicano o que, en sentido contrario, ridiculizan a los demócratas; catalogan, con tono burlesco, a determinadas personas como delincuentes o indeseables para la sociedad estadunidense; y exaltan a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, aun cuando estos operen como vigilantes amparados por el Estado.

En todo caso, la administración actual en Washington ha puesto un peso considerable en producir contenido de tono “cómico” para sus redes sociales. Un ejemplo reciente fue el video que el mandatario publicó hace unos días desde su cuenta en Truth Social: en él, el presidente de la potencia número uno del mundo aparece pilotando un caza de combate que derrama materia fecal sobre manifestantes en lo que aparenta ser la ciudad de Nueva York. Tan real como ridículo. Esa fue la respuesta del presidente de Estados Unidos a la protesta “No kings” que varias personas han llevado a las calles contra lo que perciben como políticas autoritarias del mandatario.

Como suele ocurrir en torno de su figura, la reacción al video estuvo dividida. Hubo críticas, por supuesto; pero más llamativo es que tantos defendieran a Trump por difundir un video en el que arroja excremento sobre sus propios ciudadanos. Incluso el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, salió en defensa de Trump y argumentó que el mandatario “está usando la sátira para dejar claro su punto”. En este sentido, Johnson aludía al desprecio del presidente hacia los manifestantes, aunque el mensaje puede extenderse a toda la oposición al trumpismo.

Normalización

Por supuesto, una pregunta que la gente se hace ahora, y que muy probablemente sociólogos e historiadores se harán en el futuro, es cuál es la razón de ser de tales actitudes o qué condiciones las vuelven una opción viable para la derecha estadunidense.

En otro tiempo la Casa Blanca reservaba sus cuentas para comunicados, discursos y datos. Hoy se han convertido en un espacio donde la derecha predica un humor propagandístico. El resultado es un gobierno que comunica como influencer.

¿Estamos en un punto máximo? Tal vez. Lo que ha hecho la administración de Trump con los memes no tiene precedentes, pues ha mostrado afinidad por construir y mantener su realidad virtual a través del troleo. De hecho, ha empleado diversas tendencias de internet, incluidos los memes más populares del momento, para legitimar arrestos y deportaciones.

Pero no se trata solo de un recurso humorístico: es un ejercicio que entrena a la audiencia para leer la coerción como entretenimiento y la autoridad como una puesta en escena carismática. Esos actos de crueldad se presentan como inofensivos; el meme los vuelve digeribles y, por repetición, terminan normalizándose.

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