GUERRA DE INDEPENDENCIA: NO CONMEMORAMOS IGUAL EL INICIO QUE EL FIN

Guerra de independencia
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En términos generales la guerra de Independencia duró poco más de once años, a lo largo de los cuales tuvo lugar una amplia gama de sucesos que superan con mucho a los que se conmemoran en el mes patrio e incluso llegan a los primeros años del México independiente.

La gesta inició el 16 de septiembre de 1810 y culminó el 27 de septiembre de 1821, pero una suerte de memoria social y política selectiva hasta la fecha privilegia el inicio y relega la consumación a un segundo plano.

De acuerdo con registros históricos, el 27 de septiembre de 1821 más de 16 mil hombres que conformaban el Ejército Trigarante, surgido de la unión de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, entraron a la capital del país y al día siguiente, conforme al artículo 5 del Plan de Iguala, que estipulaba la formación de una Junta Provisional Gubernativa para legislar a la nación, un grupo de 38 personas se encargaron de elaborar el Acta de Independencia del Imperio Mexicano.

Así se elaboraron y firmaron dos actas de Independencia: una para el Poder Ejecutivo y otra para el Poder Legislativo. En los hechos, el 28 de septiembre de 1821 fue el primer día del México independiente.

Por otro lado, es necesario destacar la importancia de la firma de los Tratados de Córdoba, que tuvo lugar poco más de un mes antes en lo que fue el principio del reconocimiento formal de la Independencia de México por parte de España, pero que quedó en mera tentativa.

El 24 de agosto de 1821 se firmaron los Tratados de Córdoba, un pacto mediante el que la Nueva España selló su independencia después de más de diez años de lucha. En la Villa de Córdova se entrevistaron Juan de O’Donojú, en calidad de teniente general de los ejércitos de España, y Agustín de Iturbide, primer jefe del Ejército Imperial Mexicano de las Tres Garantías.

Ahí firmaron los Tratados de Córdoba, que en los hechos fueron una ratificación del Plan de Iguala con una modificación: si el rey Fernando VII o algún heredero de la corona española no aceptaban la Corona de México, las Cortes mexicanas podrían elegir libremente a su monarca.

República

Los Tratados de Córdoba son los primeros manuscritos legales por los cuales se pronunció públicamente la independencia. Constaban de 17 preceptos, los cuales aprobó Agustín de Iturbide. Lamentablemente, la voluntad de O’Donojú fue denegada por los reyes de España, por lo que no reconocieron la independencia de México.

Ello llevó a que el 27 de septiembre de 1821 con la entrada del Ejército Trigarante se declarara la consumación de la Independencia de México. De la Independencia, al imperio y el inicio de la era presidencial.

De acuerdo con los historiadores, en noviembre de 1821 se nombró a un Congreso Constituyente y el país se encaminó hacia la conformación de un esquema republicano, que con el paso del tiempo daría lugar a la creación de los primeros partidos políticos y el inicio de la vida democrática. Agustín de Iturbide fue nombrado regente y con base en los tratados de Córdoba una fracción lo proclamó emperador en mayo de 1822.

De Iturbide fue coronado emperador, pero su gestión fue efímera y su imperio culminó en 1823.

En este proceso hay que tener presente que tras la consumación de la Independencia Guadalupe Victoria entró en conflicto con De Iturbide y fue aprehendido, pero logró escapar de prisión.

Tras la caída de Agustín de Iturbide como emperador, de marzo de 1823 a julio de 1824 Guadalupe Victoria se encargó del Poder Ejecutivo junto con Nicolás Bravo y Pedro Celestino Negrete.

Posteriormente, en octubre de 1824, Victoria fue electo como primer presidente de la nueva República de México.

Evidentemente la historia nacional es amplia y colmada de enseñanzas que arrojan luz sobre el desarrollo de la democracia nacional.

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