No hay peor combinación en un ser humano que el dinero en exceso y la falta de educación: es la peor mezcla que se puede dar en un entorno y en el deporte profesional; es un fenómeno constante entre futbolistas, beisbolistas y más. Digamos que la fórmula es dinero + desorientación = a perder el equilibrio.
Por ejemplo, el caso de Julio Urías, pelotero de los Dodgers de los Ángeles, es uno de esos que genera verdadera tristeza. A inicios de septiembre el nacido en Culiacán, Sinaloa, acudió a una fiesta en Los Ángeles con diferentes celebridades, pero todo indica que no pudo controlarse y lamentablemente ejerció actos de violencia en contra de su pareja sentimental, por lo que las autoridades que lo detuvieron lo acusaron de “violencia doméstica”.
Lamentablemente para Julio esta no fue la primera vez que lo acusaban, sino ya la segunda; es decir, reincide en un error que ya había cometido.
Por supuesto que, ya con los antecedentes sobre la mesa, el equipo de los Dodgers dio de baja al pelotero mexicano e incluso se dio el lujo de quitar toda aquella publicidad donde se retrate la cara del propio Urías.
Así, entonces, es casi un hecho que Julio ha tirado su carrera a la basura; solo un verdadero milagro propiciaría que las autoridades de las Grandes Ligas lo perdonen y para que eso ocurra tendría que resultar inocente en las investigaciones que siguen su curso.
Otro ejemplo de desorientación de jugadores en el deporte profesional es lo que ocurre en Chivas. Lamentablemente para este equipo las constantes indisciplinas se han normalizado en los últimos 15 años.
Recientemente, Alexis Vega, futbolista del equipo rojiblanco y con uno de los sueldos más elevados de la Liga MX, junto con otros dos compañeros de equipo decidieron romper las reglas, hacer uso de su sueldo maravilloso y meter mujeres a su hotel de concentración en Toluca, Estado de México. La directiva del equipo rojiblanco pronto separó del plantel a estos tres jugadores de manera indefinida.
¿Y qué cree? Tampoco es la primera vez que violan el reglamento, sobre todo en el caso muy particular de Vega.
Solución
Es difícil romper con la esencia y comportamiento de una persona que, por alguna razón, no pudo mamar los valores y educación correcta para posteriormente mantener una estabilidad de vida, lejos de las polémicas e indisciplinas. Pero sí creo que se pueden implementar estrategias para evitar casos como los de los futbolistas de Chivas.
Por ejemplo, ¿qué pasó con la escolarización del futbol profesional? Esa fue una de las ideas de Mikel Arriola cuando recién tomó su cargo como titular de la Liga MX. Simplemente lo dijo y se le olvidó.
A mí me parecía una buena herramienta; es más, creo que es buen momento para que todos los clubes exijan a sus futbolistas algo de educación escolar. No importa la edad.
Estoy seguro de que 80% de los futbolistas en México necesita una especie de orientación.
Finalmente, el tope salarial. Dependiendo de los perfiles de persona y no de jugadores será el sueldo que les representará en sus carreras, porque hoy le pagan al jugador por su talento, pero no a la persona por su estabilidad.