VULNERABLE INFORMACIÓN

Daniela Suárez
Columnas
INFORMACIÓN FALSA

Es estéril y peligroso creer que uno domina el mundo entero gracias a internet, cuando no se tiene la cultura suficiente que permite filtrar la información buena de la mala.

Zygmunt Bauman

¿Qué tan buenos somos para discernir entre información veraz y aquella que es falsa? En un nuevo estudio publicado en Frontiers in Psychology investigadores descubrieron que si bien la exposición mediática ayuda a reconocer y dudar sobre las noticias procedentes de fuentes desconocidas, los fuertes sesgos debidos a afiliaciones a partidos políticos pueden invertir este escepticismo, especialmente en el caso de las noticias falsas.

Este hallazgo surgió de una amplia investigación en la que participaron más de dos mil 400 estadunidenses con el objetivo de entender cómo las personas juzgan la exactitud del contenido de las noticias en la era digital.

Daniel Sude, profesor de la Universidad George Washington, y su equipo reclutaron a dos grupos para hacer su investigación. En cada grupo se presentó a los participantes una serie de noticias cuyo formato se asemejaba al contenido de una red social. Estos mensajes incluían elementos típicos como el logotipo de medios de comunicación, un titular, una imagen adjunta y un enlace que los llevaba a la organización de noticias. La primera parte del estudio se centró en mostrar a los participantes noticias falsas con contenidos afines a sus tendencias políticas. También se les mostraron otros tipos de contenidos, como noticias falsas políticamente disonantes y noticias falsas que no tenían que ver con política. Esta mezcla pretendía ocultar el objetivo principal del estudio e imitar la diversidad de contenidos que suele encontrarse en las redes sociales. Las noticias se atribuyeron a diversos medios de comunicación, tanto convencionales como alternativos.

El segundo estudio repitió y amplió el enfoque del primero, pero se centró en titulares de noticias reales en lugar de falsas. Los titulares de noticias reales también se atribuyeron a una mezcla de medios de comunicación convencionales y alternativos.

Giro

Los investigadores tomaron en cuenta una serie de factores que podrían influir en la interacción de los participantes con el contenido de las noticias, como la cultura informativa, el interés político, la confianza en los medios de comunicación y en diversas instituciones, la confianza en la intuición para evaluar los hechos, la necesidad de pruebas para formar creencias, la percepción de que la verdad está influida por la política, la creencia en teorías conspirativas y el grado de exposición a las noticias.

“La gente, al menos cuando participó en nuestros estudios en línea, desconfiaba notablemente del contenido de un medio de noticias desconocido. Esto contrasta con otros estudios que sugieren que la gente tiende a prestar más atención al contenido que a las fuentes”, explicó Sude.

Sin embargo, los investigadores también descubrieron un giro sorprendente: para los individuos con fuertes prejuicios políticos esta relación se invertía. Tendían a percibir como más precisos los contenidos de noticias falsas procedentes de medios desconocidos, lo que sugiere una vulnerabilidad a la desinformación influida por las inclinaciones políticas.

Además, el estudio puso en relieve el papel de la alfabetización mediática en la formación de las percepciones. Los participantes con un mayor nivel de alfabetización en medios informativos tuvieron más criterio para discernir la credibilidad de la fuente de noticias. Pero, una vez más, este efecto no fue uniforme en todos los participantes. En el caso de las personas con un fuerte compromiso político, un alto nivel de alfabetización en medios de comunicación condujo paradójicamente a una mayor probabilidad de creer en noticias falsas.

Y tú ¿qué tan vulnerable crees que eres al caer con información falsa?