INSPIRACIONES DE UNA GALAXIA MUY, MUY LEJANA

“Temas como autoritarismo, corrupción y pérdida de la democracia”.

Ignacio Anaya
Columnas
INSPIRACIONES DE UNA 
GALAXIA MUY, MUY LEJANA

En 1981 le preguntaron al aclamado director de cine y creador de Star Wars, George Lucas, si el emperador Palpatine era un jedi. Él respondió: “No, era un político. Richard M. Nixon era su nombre. Subvirtió el Senado para tomar el control y convertirse en un personaje del Imperio; era muy malvado. Pero pretendía ser un tipo muy bueno”.

Quienes hayan visto las seis primeras películas podrán entender la visión de Lucas respecto de Sheev Palpatine, el principal villano de la saga. A grandes rasgos, es un sujeto que manipula los hilos de una guerra para obtener un poder absoluto, destruyendo a la oposición en el proceso.

El universo de Star Wars, creado por Lucas, está lleno de acciones políticas que reflejan la inspiración en los sistemas de gobierno actuales. La trama política de la saga es un espejo de la lucha por el poder y las maniobras oscuras que a menudo ocurren en este espacio.

Desde sus inicios como senador del planeta Naboo, Palpatine demostró una astucia y habilidad únicas para manipular a sus aliados y enemigos. En las precuelas se disfraza de un líder preocupado por la paz y la estabilidad de la galaxia, mientras orquesta en secreto una guerra que le permitirá aumentar su poder. Este doble juego es típico de ciertos políticos en la vida real, que se muestran como defensores del bienestar público mientras buscan enriquecerse o consolidar su posición.

Juegos de poder

Los escenarios de acción se encuentran tanto en la guerra terrestre y espacial como en los debates en el Senado de la República, ambos con igual importancia. Palpatine es el clásico político que utiliza la manipulación, a través de una máscara de carisma, para alcanzar sus objetivos dentro de los juegos de poder. Su ascenso se basa en la creación de conflictos y tensiones, lo que le permite manipular a los demás para que cumplan sus órdenes. En este sentido, el personaje de Palpatine es un recordatorio de cómo el poder puede utilizarse para controlar a las masas y la política, incluso cuando se sostiene aparentemente en la democracia. De un día para otro, la República se convirtió en el Imperio.

En una entrevista para la revista Chicago Sun-Tribune en 2005, Lucas manifestó su opinión sobre la inspiración de la saga: “En realidad fue sobre la guerra de Vietnam, y ese era el periodo en que Nixon trataba de competir por la reelección presidencial, lo cual me puso a pensar históricamente sobre cómo las democracias se convierten en dictaduras... Porque las democracias no son derrocadas: son entregadas”.

La transición de la República al Imperio representada en Star Wars es la visión del director respecto de los cambios de poder en la política.

La famosa frase de Padmé Amidala en el Senado, cuando Palpatine asume el rol de emperador y es ovacionado por los integrantes, muestra las preocupaciones alrededor del poder absoluto: “Así es como muere la libertad: con un estruendoso aplauso”. El cine permite ver las sociedades de la época, sus necesidades, inquietudes y críticas. La famosa saga de George Lucas plasmó temas como el autoritarismo, la corrupción y la pérdida de la democracia. Lucas utilizó este medio para transmitir estos sentimientos, inspirándose en nuestra sociedad y comentando sobre ella, a pesar de que las críticas no la hayan visto así en su momento. Aunque cabe recalcar que, ante todo, la Guerra de las Galaxias es una pieza de fantasía y ficción, pero toda obra tiene su inspiración en el mundo que la rodea.