JOE BIDEN… AGAIN?

“La imagen a transmitir es de seguridad, confiabilidad y estabilidad”.

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Sobre su intención de reelegirse hay una intensa discusión que, por una parte, pondera la real competitividad como candidato y el consenso para no polarizar en demasía; y por otra parte subraya la falta de agilidad que viene aparejada a una avanzada edad.

Y aun en dichos escenarios Joe Biden tiene una real posibilidad de abanderar de nueva cuenta la candidatura demócrata para la presidencia de Estados Unidos. La ruta se encuentra trazada, la intención anunciada y, al menos de momento, las mayores intenciones de apoyo se le conceden a un Biden que se proclama “listo y apto” para lo que podría ser una batalla electoral con fuertes altibajos y turbulencias.

En primer término, tiene una ruta clara para transitar con éxito en las elecciones primarias. Ahí la inaugural se llevará a cabo en Carolina del Sur, donde se le augura un triunfo contundente; la subsiguiente celebración con carácter electivo en Chicago reafirmaría otro éxito al tener un sólido soporte de los sindicatos más representativos.

Por otra parte, se trabaja en la imagen de un mandatario que a pesar de su aparente ralentización por la edad ha sido un hombre que entrega resultados positivos. Destacan sus asesores la consolidación de la política industrial norteamericana, que mantiene a raya el avance chino en la guerra comercial. Por igual, la correcta conducción económica y sanitaria de la pandemia y los grandes esfuerzos por paliar el calentamiento global con políticas públicas mucho más agresivas en el tema.

Se le atribuye también ser el presidente que ha aprobado la mayor inversión histórica en infraestructura y mantiene el desempleo en niveles sensiblemente bajos en un entorno altamente volátil.

En suma, la imagen a transmitir de este Biden relanzado es de seguridad, confiabilidad y estabilidad institucional que ningún otro candidato puede aportar con base en su experiencia. Ahí la identidad de madurez por sus 80 años pasa a ser un factor que juega a favor si se logra conjugar positivamente con los resultados señalados.

Camino más terso

Es así que este anuncio respecto de la nueva postulación para la Casa Blanca presenta a un Biden con mayores posibilidades en un universo de demócratas que, si bien mediblemente quieren a un candidato más joven, no pudieron consolidar ni fortalecer un perfil adecuado en los pasados cuatro años. Parecería que Biden, irónicamente, resulta la mejor solución para no generar fracturas en un momento crítico de división, no solo entre los simpatizantes del partido, sino en el parecer general de los propios estadunidenses.

Los datos son corroborables cuando analizamos la más reciente encuesta hecha por parte de la NBC: 50% de los simpatizantes demócratas estima que Biden no debería buscar una nueva candidatura presidencial. Asimismo, quienes así respondieron manifiestan que el principal impedimento del posible candidato es precisamente su avanzada edad. Pero resalta que, de ese universo de demócratas, como cualidad deseada para un candidato 74% pide que el mismo cuente con suficiente experiencia y además que sea un hombre o mujer con una notoria estabilidad en el actuar.

Por otra parte, ya traducido a una competencia frente a frente con el rival republicano, la situación se pronuncia aún más; sobre todo en la posibilidad de que Biden enfrente a un rival de muchos mayores bríos anclados en una menor edad.

Ahí los republicanos tienen cartas como Nikki Haley, quien a sus 51 años presenta una propuesta interesante y de cobertura a las mujeres, que no acaban de ver en Kamala Harrys una verdadera figura de poder. Y, a pesar de que no se han hecho formales sus intenciones, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, con tan solo 44 años se convierte cada vez más en una opción política de peso. Evidentemente, el factor Trump tendrá mucho que jugar en la ecuación, en razón de qué tanto podrá revertir el cúmulo de acusaciones judiciales en su contra y hacerlas jugar a su favor.

Biden podría tener un camino más terso de lo que se piensa para obtener la candidatura. Día a día va sumando el importante apoyo de los reales pilares demócratas, como los Clinton y los Obama.

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