La migración de mexicanos hacia Estados Unidos en pos del sueño americano no es nueva: ha permanecido al menos durante un siglo, en diferentes etapas y los migrantes han tenido diversas denominaciones, como braceros, que proviene de la necesidad de brazos que se requerían para hacer producir el agro estadunidense; mojados o espaldas mojadas, por la forma en que cruzaban el Río Bravo.
Sin dejar de lado, por supuesto, la conseja popular que refiere que Estados Unidos nos quitó una parte del otrora territorio nacional, pero se los invadimos mediante la migración legal e ilegal.
Por otra parte, hay que señalar que a lo largo de la historia se registran varias etapas que permitieron a los connacionales regularizar su situación y adquirir la ciudadanía estadunidense, junto con la creación de conceptos como el mexican power, Puebla York y las denominadas ciudades Santuario.
En general se considera que el fenómeno migratorio de México a Estados Unidos inició en el siglo XIX. El punto de partida fue el 2 de febrero de 1848, con la firma del Tratado Guadalupe Hidalgo, en el cual se acordó que tras la guerra de intervención norteamericana México cedió a EU casi la mitad de su territorio: Arizona, California, parte de Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah y Wyoming. Además, se estableció que el Río Bravo sería la división fronteriza.
En el siglo XX las políticas migratorias comenzaron a registrarse como consecuencia del creciente volumen de migrantes que cruzaban a EU en busca de mejores oportunidades de vida, pero con una remuneración baja y sin contar con protección de sus derechos.
Un elemento importante a considerar es que, de acuerdo a registros históricos, el 5 de febrero de 1917 se promulgó en EU la normatividad migratoria conocida como Ley Burnett, que condicionaba el ingreso de los inmigrantes al pago de ocho dólares y a que los mayores de 16 años demostraran que sabían leer y escribir.
Otro dato relevante es que la patrulla fronteriza la creó en 1924 el gobierno estadunidense para frenar el aumento de la inmigración ilegal; su objetivo era capturar a todos aquellos trabajadores mexicanos indocumentados.
Capítulo
Por lo que hace a deportaciones masivas, la primera se realizó en 1921; la segunda de 1929 a 1932; y una tercera se registró en 1939.
En el marco de la Segunda Guerra Mundial, el Programa Bracero representó un nuevo periodo en la historia de la migración de México a EU. Transformó el patrón migratorio y lo convirtió en un proceso legal, masculino, de origen rural y orientado hacia el trabajo agrícola.
Un capítulo especial en la historia de la migración se registró en 1986 con la Ley Simpson-Rodino, aprobada por el Congreso estadunidense y que preveía que los migrantes que residían en EU desde 1982 podían solicitar su calidad de migración como residentes temporales y luego de cumplir 18 meses podían pedir su residencia legal permanente.
Por otra parte, los trabajadores agrícolas indocumentados que trabajaron por un periodo de 90 días entre 1985 y 1986 podrían solicitar la residencia legal temporal para que luego de un año solicitaran la residencia legal permanente.
En términos generales, lo evidente es que la migración permanecerá, como lo ha hecho a lo largo de la historia con una evolución constante, bajo diversos esquemas y condiciones.
Otros datos a considerar son que en 2023 la población migrante en EU procedente de México era de 10.9 millones de personas.
Estimaciones del Departamento de Seguridad Nacional de EU refieren que en 2022 había en territorio estadunidense un total de once millones de inmigrantes indocumentados, de los que 69.3% (7.6 millones) eran originarios de siete países latinoamericanos.
Los indocumentados mexicanos eran 4.8 millones, es decir, 45% del total de 10.7 millones de inmigrantes de México.
Del total de inmigrantes mexicanos 35.2% tenía la ciudadanía estadunidense y 19.8% era residente documentado sin ciudadanía, lo que equivale a 3.8 millones y 2.1 millones de personas, respectivamente.
En la historia de la migración en pos del sueño americano solo se escribe un nuevo capítulo.