BIRD, LA TERNURA DEL CAOS

BIRD
Columnas
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La directora británica Andrea Arnold —conocida por películas como Fish Tank (2009) o American Honey (2016)— regresa con Bird, emprender el vuelo, una historia que combina el realismo social con una dosis de magia inesperada.

La protagonista es Bailey, una niña de doce años que vive en los márgenes de una sociedad rota: comparte casa con su medio hermano adolescente y su padre Bug (Barry Keoghan), un joven inestable, pero afectuoso, que canta Yellow de Coldplay a un sapo alucinógeno y planea una boda con una mujer que apenas conoce.

Con una cámara que simula el formato de un celular, Arnold construye una estética íntima que imita cómo Bailey observa y registra el mundo. Esa elección refuerza la idea de que estamos dentro de su mente, donde lo extraño y lo cotidiano conviven sin fricción.

La llegada de Bird (Franz Rogowski), un hombre misterioso que parece salido del viento, añade un giro fantástico a la historia. ¿Es un ángel, un loco, un recuerdo? Arnold nunca da respuestas claras, pero eso no importa: lo esencial es cómo nos hace sentir. En ese encuentro entre lo ordinario y lo extraordinario la película invita a cuestionar nuestros propios filtros de percepción.

La fuerza de la película recae en Nykiya Adams, la actriz debutante que llena la pantalla con naturalidad y potencia emocional. Keoghan, en uno de sus mejores papeles, le da humanidad a un personaje que podría ser solo torpe o egoísta, pero aquí es también tierno y vulnerable. Rogowski, por su lado, encarna al extraño Bird con un lenguaje físico que desarma y fascina.

El filme propone que no todo lo distinto es peligroso. Desde esa premisa, celebra los vínculos que se arman en el caos, los gestos de cuidado entre personas que no encajan del todo. Arnold no juzga a sus personajes: los acompaña con empatía, incluso cuando se equivocan o se pierden.

La magia no está en los efectos sino en lo emocional: un pájaro que entrega un mensaje, una cámara que gira en una boda improvisada, un instante de ternura en medio del abandono.

El resultado es una cinta vibrante, a ratos salvaje, pero siempre guiada por una mirada compasiva. Bird no busca respuestas, sino experiencias. Y en ese camino, nos recuerda que crecer también es aprender a ver lo bello en lo roto, lo posible en lo imposible, la dulzura en lo feroz.

En breve

Título: Bird, emprender el vuelo.

Dirección y guion: Andrea Arnold.

Protagonistas: Nykiya Adams, Barry Keoghan, Franz Rogowski.

Lo destacado: Poderosa actuación debut de Nykiya Adams; fotografía íntima con estética de celular; fusión entre realismo social y magia sutil; el siempre notable Barry Keoghan, en un rol entrañable y errático; una oda a los vínculos no convencionales.

Veredicto: Una historia áspera y luminosa que confirma que lo mágico también nace del caos.

Dónde verla: Salas de cine.

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