LOS HUMANOS VIOLENTAN, LOS ANIMALES SUFREN

“Todo conflicto termina por afectar a otros seres vivos”.

Animales muertos
Columnas
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Leo nunca entendió la situación y no tenía por qué entenderla, solo percibía que el peligro rondaba por doquier. No eran raros los sonidos fuertes que estremecían el suelo, pero él, a diferencia de los humanos, no asociaba un estruendo con actividad humana. Su vida eran bombas y misiles, ¿qué significa todo eso para un gato?

Aunque no conocía los conceptos de guerra o genocidio, su instinto no lo traicionaba: sabía que el peligro estaba cerca, que algo andaba mal. Lo veía a su alrededor. Los lugares por donde se paseaba cambiaban de manera extraña y las estructuras sólidas ahora eran ruinas. Su forma de recorrer esos espacios había cambiado; lo que antes era un cuarto espacioso ahora estaba lleno de obstáculos frágiles. Debía ser más cuidadoso.

Los humanos le decían mucho sin hablarle. Él percibía en ellos el peligro y el miedo. Aun así, encontraban la manera de hacerlo sentir protegido. En su vida siempre fue querido.

Un día se quedó sin comida. Su familia no podía darle más. Empezó a debilitarse, el hambre lo consumía y pronto perecería. Salió en busca de algo, su cuerpo se lo exigía. Con la poca energía que le quedaba halló lo que parecía alimento. No lo pensó dos veces. Tal vez le supo a gloria, tal vez solo sació esa necesidad. Lo cierto es que, en aquello que comió, encontró su final. Leo dejó de ser.

Al igual que él, miles de animales en Palestina han sido víctimas de la situación que ahí se vive día tras día. Para cientos de palestinos, las mascotas son una pequeña consolación en un momento tan difícil. Pueden llegar a ser lo único que les queda.

Toda pérdida humana es devastadora, de eso no hay duda, pero rara vez se piensa en los animales que, a fin de cuentas, también mueren por culpa de los agresores, sin siquiera saber qué sucede.

Conciencia

Según la organización International Fund for Animal Welfare (IFAW), de 2014 a 2022 (para quienes creen que todo comenzó el 7 de octubre de 2023) los ataques israelíes provocaron la pérdida de 20% de la población animal en Gaza. En la actualidad, ese porcentaje seguramente es mucho más alto.

No solo los animales de Palestina han sufrido los pecados humanos, pues todo conflicto termina por afectar a otros seres vivos. Durante los comienzos de la guerra en Ucrania, veterinarios en Polonia registraban diariamente entre 500 y 600 animales que entraban al país junto con los refugiados. La gran mayoría eran mascotas, seres a quienes sus dueños se negaron a abandonar ante la incertidumbre del conflicto que se avecinaba. Su vida era valiosa y, por ello, debía salvarse.

No solo son víctimas: también se convierten en actores dentro de los conflictos humanos. Unos fueron transformados en herramientas bélicas y otros en bestias para matar.

Por ejemplo, durante la guerra de Vietnam alrededor de cuatro mil perros sirvieron en el Ejército estadunidense; de ese número, menos de 200 regresaron a Estados Unidos. Algunos murieron en combate, otros fueron sometidos a eutanasia y no pocos quedaron simplemente abandonados en aquel país. Ese fue el agradecimiento por su servicio.

Desde el momento en que la especie humana decidió relacionarse con otras especies, las hizo parte de su violencia. Ahora bien, cada vez más sectores de la sociedad se preocupan por la vida animal y hay mayor conciencia sobre su lugar en el planeta. ¿Qué tanto repercutirá eso en la forma en que la humanidad observa las guerras? ¿Será capaz de asumir su responsabilidad?

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