¿CUÁLES SON LOS PLANES EN POLÍTICA EXTERIOR?

Ignacio Anaya
Columnas
Política Exterior

En Austria, dentro de su capital Viena, hay una plaza en la orilla del río Danubio que curiosamente lleva el nombre de México (Mexikoplatz). Para los austriacos y cualquier visitante que se encuentre pasando por ahí el espacio es un recordatorio del reclamo que la nación mexicana hizo ante la Sociedad de Naciones en 1938 por la invasión y anexión alemana a la república austriaca. “El gobierno mexicano, que ha observado siempre los principios del Pacto de la Liga de Naciones y del derecho internacional, no puede admitir una conquista violenta, protestando de la manera más enérgica contra la agresión en cuya víctima se ha convertido la República de Austria”.

La política exterior mexicana no es del todo constante, no lo ha sido a lo largo del siglo XX hasta la actualidad, pero esa no es una crítica. Un elemento valioso que la marcó fue la habilidad astuta de los diplomáticos mexicanos para jugar sus cartas en el panorama internacional. Fue una cuestión de supervivencia entre tanta superpotencia y me parece que México supo moverse por esas turbulentas aguas.

Al mismo tiempo mostró su afinidad ideológica al posicionarse contra el imperialismo alemán, así como su apoyo a la República española durante la guerra civil en los años anteriores.

La expropiación petrolera con el gobierno de Lázaro Cárdenas demostró que la nación podía buscar sus intereses dentro del marco geopolítico que se vivía en aquella época. Sabía que los países aliados necesitaban el petróleo y tendrían que aguantarse tal medida. Estaba la política de la “buena vecindad” de Estados Unidos, incluso cuando las compañías estadunidenses se vieron afectadas. Pero el punto de este texto no es narrar ese periodo de la historia, sino observar, o al menos tener en cuenta, la relevancia de la política exterior para México, en el sentido de que el país no está cerrado a mostrar sus posiciones, que no es ajeno a la geopolítica de su momento.

Propuestas

Por ello existen doctrinas, guías, mas no normas que se sigan al pie de la letra. Claro que no es perfecta; para nada lo es, pues se podrían enumerar una gran cantidad de discrepancias y contradicciones.

Dicho eso, habrá que preguntarse, con miras a las elecciones, cómo se buscarán posicionar las candidatas a las elecciones presidenciales respecto de los conflictos mundiales. ¿Dónde están sus posicionamientos sobre el conflicto Israel-Hamás? ¿Condenarán los actos de crímenes de guerra? ¿Qué posición tomarán frente a Rusia? ¿Buscarán un balance en las relaciones con China y EU? ¿O simplemente no será prioridad para ellas pensar fuera de México?

En el contexto actual es fundamental que las candidatas a las elecciones presidenciales presenten propuestas claras y coherentes sobre la postura de México frente a los conflictos mundiales.

A medida que se acercan las elecciones presidenciales habrá que ver si las candidatas presentarán sus posturas y propuestas sobre los desafíos internacionales.

La ciudadanía merece conocer cómo se posicionará el país frente a los diversos conflictos y relaciones con otras naciones, ya que estas decisiones también hacen saber más sobre nuestros gobernantes.