MÉXICO Y LOS ESCLAVOS DEL VECINO

“Un episodio que aún marca profundamente a la sociedad actual estadunidense”.

Ignacio Anaya
Columnas
MÉXICO EUA

La esclavitud en Estados Unidos marca indudablemente una sombra larga y pesada en la historia, que todavía sigue resonando en la actualidad. Una dolorosa práctica que requirió para eliminarla librar una de las guerras más feroces y sanguinarias de aquel país.

Sin embargo, antes del conflicto, al sur del Río Bravo, un drama paralelo y menos conocido se desarrollaba en México. Varios esclavos buscaron libertad cruzando la frontera entre EU y México, mostrando el relevante lugar que tuvo este último en la lucha por la abolición de la esclavitud.

La historia de la esclavitud es también la de los intentos de estos sujetos por salir de este sistema, de las diferentes medidas de resistencia y los esfuerzos por evadir sus cadenas huyendo hacia el norte, unos llegando hasta Canadá, aunque con los estados libres bastaba. Figuras emblemáticas como Harriet Tubman y Frederick Douglass, ambos nacidos en Maryland, forjaron caminos de escape con dirección arriba. Pero en el sur profundo las opciones eran escasas y las dificultades para huir casi insuperables. Algunos individuos encontraron refugio en los pantanos y formaron comunidades, evitando el peligro que representaba escapar.

En Texas la historia adopta un tono diferente. México había proclamado la abolición de la esclavitud en 1829, pero los colonos tejanos protestaron contra dicha medida, lo cual provocó que el entonces estado de Coahuila-Texas fuera la excepción. Por ello antes de la independencia de Texas se movían a otros estados como Tamaulipas. Posteriormente, al seguir siendo una entidad esclavista tras separarse de México, la proximidad geográfica hizo de la nación mexicana un destino tratable. Se estima que alrededor de cuatro mil esclavos encontraron en México un nuevo hogar.

Para el historiador Sean Kelley las tensiones entre los tejanos angloparlantes y el gobierno mexicano de 1829 a 1845 tuvieron efectos positivos según la percepción de los esclavos sobre el país del sur. Así continuó tras la Guerra Civil en EU, cuando México se mantuvo como un faro de libertad y resistencia contra las jerarquías raciales del sur de la posguerra. Después de la emancipación, México siguió siendo un refugio para los afroamericanos que buscaban una vida mejor, lejos de las leyes segregacionistas de Jim Crow en el sur estadunidense.

Perspectiva

En una entrevista, tiempo después, un exesclavo tejano de nombre James Boyd relató lo siguiente: “Los esclavos escaparon y trataron de ir al norte, pero los ladrones de negros la mayoría de las veces los conseguían y los volvían a vender y tal vez les iba peor. En general, en nuestra parte del país, si un negro quiere huir, se largaría de México”. Incluso los esclavos percibían al ejército mexicano como una fuerza de liberación.

Es poco decir que la esclavitud es un episodio que aún marca profundamente la historia y la sociedad actual estadunidense. No obstante, la lucha de aquellos que estaban subyugados por esta práctica inhumana no puede ser ignorada. En este contexto, México se reveló como un protagonista esencial, siendo una ruta de escape y una posibilidad de libertad para los esclavos en el sur de Texas.

El papel que la nación desempeñó en dicho momento histórico ofrece una interesante perspectiva sobre las tensiones y los conflictos que surgieron alrededor de este fenómeno.