El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza.
André Maurois (1885-1967)
Hace unos días vi la serie Adolescencia, en Netflix, que presenta un fenómeno social que surge en las generaciones más jóvenes: indaga en el caso de un joven de 13 años que asesinó a su compañera de escuela de la misma edad.
Analiza presiones en escuelas en tiempos de las redes sociales: la pérdida de identidad, el incremento de la violencia escolar, el desprecio al entorno familiar y el abandono gubernamental porque no son electores, aunque ese sector será el que tome posiciones de poder, dinero y sociedad.
En una sola toma los productores, entre ellos el actor Brad Pitt, exploran una historia que no es real, pero que se basa en varios hechos ocurridos en Reino Unido de asesinatos de adolescentes por sus propios compañeros.
Los orígenes van desde el menosprecio a la masculinidad, la ciberviolencia y los incels (“involuntary celibates”) o “célibes involuntarios”, donde los jóvenes culpan a las chicas de su falta de pareja o de una vida sexual. Esto promovido en varios foros de internet manejados por adultos… muy adultos.
Ser incel es un problema de salud mental que rompe fácilmente fronteras culturales o territoriales. Por ello preocupa lo que ocurre, lo que impactan las redes sociales a los adolescentes mexicanos.
El 4 de julio de 2023 el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, publicó en un periódico de la Ciudad de México que en el país tres de cada 20 personas (15% de la población) padecen algún trastorno mental a lo largo de su vida y más de 60% de la población que sufre alguno de ellos no recibe tratamiento.
En México el presupuesto para salud mental y adicciones se ha incrementado, pero aún es insuficiente en comparación con las necesidades del país. El presupuesto para 2024 fue de tres mil 819.4 millones de pesos, de los cuales alrededor de 62% se destinó a la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones.
Para las adicciones se destinó un importante porcentaje del presupuesto a prevención y atención, representando más de 85% del total. Pero no es la única enfermedad mental común.
Pegan a la sociedad mexicana la depresión, trastornos de ansiedad, pánico, agorafobias, trastornos obsesivo-compulsivo (los TOCS), estrés postraumático, fobias, trastornos de la conducta alimentaria (anorexia nerviosa, bulimia, etcétera), mismos que reciben poca atención en el sector público y en el privado es muy onerosa, por lo que las sesiones neurológicas, sicológicas y siquiátricas se abandonan algunas veces.
En el mapa gubernamental es poco relevante y se identifica una brecha significativa en la inversión en salud mental. México destina alrededor de tres dólares por persona, mientras que el promedio en América Latina ronda los ocho dólares.
Para alcanzar los estándares regionales se requeriría destinar aproximadamente nueve mil 998.9 millones de pesos para gasto en salud mental, triplicando el presupuesto actual.
El surgimiento de nuevos trastornos sicológicos, como el definido en Reino Unido en Adolescencia, no está ni de lejos en el radar gubernamental, aunque algunos puedan provocar daños severos (a través de las redes sociales) en las nuevas generaciones.
Propinas
El cabildeo del diputado Pedro Haces, coordinador de Operación Política de Morena en San Lázaro, va viento en popa para la aprobación del dictamen que evitará que los dueños de restaurantes, gasolinerías y otros negocios se aprovechen de las propinas de sus trabajadores. Las propinas son sagradas, dijo.
Dinero La transición de la presidencia en la ABM entre Julio Carranza (Bancoppel) y Emilio Romano (Bank of America Merrill Lynch México) busca impulsar una mayor inclusión en el crédito, en especial a las Pymes, para alcanzar las metas del Plan México. La tarea de dar más financiamiento a ese sector enfrenta obstáculos como el tamaño de la informalidad que hay en el país y la elevada mortandad de las Pymes que desaparecen antes de los dos años.
Responsabilidad y Gobernanza Bajo el liderazgo de Christian Dedeu, Holcim México abrió la convocatoria para su Programa de Jóvenes Profesionales 2025, una iniciativa enfocada en atraer, desarrollar y retener a recién egresados con alto potencial en todo el país. Este programa, con una duración de doce meses, brinda a los participantes la oportunidad de integrarse a proyectos reales en diversas áreas estratégicas del negocio: cemento, concreto premezclado, agregados, soluciones y productos.