EL SUEÑO BOLIVARIANO RONDA LA NOVENA CUMBRE DE LAS AMÉRICAS

“Aún hay tiempo para que se realicen gestiones de alto nivel”.

Samuel Rodríguez
Columnas
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El presidente Andrés Manuel López Obrador dio muestra una vez más de su visión incluyente en el plano internacional y su anhelo de impulsar el desarrollo de los países de la región centro-sur del continente, una acción que va más allá del sueño de Simón Bolívar y se actualiza en un contexto en el que la globalización es innegable y las fronteras físicas dejaron de ser un obstáculo para la convivencia entre los pueblos.

Así quedó de manifiesto con la sugerencia que hizo a su homólogo estadunidense, Joe Biden, para que la invitación a participar en la novena Cumbre de las Américas fuera general, con el propósito de que ningún mandatario fuera excluido y que, evidentemente, se tradujera en una muestra clara de inclusión y democracia con la que se daría un paso importante en la distensión de las relaciones que existen entre los gobiernos de EU, Cuba, Nicaragua y Venezuela, por citar algunos ejemplos.

Pero el comportamiento del presidente López Obrador en pro del desarrollo y la armonía regionales no es nuevo. Baste recordar el impulso que ha dado al programa de siembra de árboles en países del continente (Guatemala, El Salvador y Honduras) como un elemento que contribuya a atender las causas de la migración, así como la hospitalidad diplomática que se brindó en su momento al exmandatario boliviano Evo Morales, así como al presidente cubano Miguel Díaz-Cannel.

Esperanza

En torno de la sugerencia de López Obrador a Biden es preciso señalar que, dado que la novena Cumbre de las Américas se realizará en junio teniendo como escenario Los Ángeles, California, aún queda tiempo para un amplio cabildeo a favor de la inclusión.

Al ser cuestionado sobre el particular, el mandatario señaló que “le planteé al presidente Biden que si va a haber Cumbre de las Américas tienen que participar todos los países, todos los pueblos de América, que nadie debe excluir a nadie”.

El presidente apuntó que le sugirió a su homólogo estadunidense lanzar una convocatoria abierta, que dejaría al mandatario de cada país la decisión soberana de acudir o no a la cumbre y con ello se alejaría el fantasma de la exclusión.

Para dar contexto al llamado a favor de la inclusión solo hay que señalar que en diciembre de 2021, a iniciativa del presidente Biden, se realizó la Cumbre por la Democracia sin la participación de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador, Honduras, Guatemala ni Haití.

Aún hay tiempo para que se realicen las gestiones diplomáticas y de alto nivel que permitan la eventual participación de todos los mandatarios de los países de la región, con lo cual resurgirá el sueño bolivariano bajo la tutela del presidente López Obrador.

Por lo pronto, en Palacio Nacional aún hay esperanza de que Biden responda positivamente a la propuesta para que los dignatarios de todas las naciones del hemisferio tengan las puertas abiertas para asistir a la novena Cumbre de las Américas.

Bajo el panorama de inclusión, democracia y desarrollo para todos los países de Centro y Sudamérica es claro que al concluir su gestión como titular del Ejecutivo nacional en 2024 López Obrador tendrá frente a sí una amplia agenda internacional de trabajo que le permitirá llevar su proyecto de nación a un plano mundial, con lo que no solo se mantendrá vigente sino que hará que la 4T trascienda fronteras. El sueño bolivariano se rediseña como una parte sustancial de la 4T y ello es innegable.

En el mediano plazo, tan pronto como culmine la novena Cumbre de las Américas, se verá si la imagen de López Obrador como un político líder a nivel regional se fortalece y junto a él también la proyección de México como país de vanguardia.