LÓPEZ OBRADOR RETORNA A LA NOVENA DE LA 4T

El presidente tiene claras las limitaciones legales que le imponen las reglas del juego.

Samuel Rodríguez
Columnas
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Luego de permanecer por dos semanas viendo el desarrollo del juego político desde el palco sanitario mientras superaba el contagio de Covid-19 sin pasar por el bullpen, el presidente Andrés Manuel López Obrador sale al centro del diamante para desde la lomita encabezar a la novena de la 4T de cara al proceso electoral, amén por supuesto de desempeñarse como mánager y, como él ha dicho, demostrar que todavía macanea bien.

No se trata de un lanzador emergente sino del pícher abridor que intenta completar la ruta en busca del juego perfecto que se traduzca en la consolidación de la 4T.

Desde esa posición López Obrador buscará realizar los lanzamientos necesarios para propinar sendos chocolates a cada uno de los integrantes de la novena conservadora que tratarán de sacar a doña blanca del estadio.

Como buen lanzador el presidente está más que consciente de que el juego es a nueve entradas y cada lanzamiento es necesario para dominar al adversario e incluso podría prolongarse si hay un resultado cerrado cuando concluya la novena entrada, el próximo 6 de junio.

De ahí que esté atento a que ningún jugador de la novena conservadora llegue a primera base, ya sea por méritos propios o por recibir base sin bolas. Desde los palcos y en las gradas los ciudadanos al momento han dado muestras de apoyo al tabasqueño mediante expresiones de respaldo y solidaridad que se traducen en un incremento de aprobación.

Apoyos

Una encuesta realizada vía telefónica en diciembre a 820 mexicanos adultos por un diario de circulación nacional señala que el presidente cerró 2020 con un nivel de aprobación ciudadana de 62% y una desaprobación de 34 por ciento.

En tanto un ejercicio de Consulta Mitofsky establece que en enero de 2021 López Obrador tuvo una aprobación de 60%, que representa un porcentaje más que aceptable si se toma como punto de referencia aquel 63% que obtuvo en noviembre de 2018 como presidente electo.

Considerando que de acuerdo al seguimiento de Consulta Mitofsky en abril y junio pasados —en plena pandemia— su aprobación se ubicó en sus niveles más bajos con 48%, hoy muestra una recuperación de doce puntos que lo coloca en una posición privilegiada.

En concreto el ejercicio realizado por la encuestadora que lidera Roy Campos establece que el presidente tiene un promedio de aprobación de 59.7% entre el 31 de diciembre de 2020, cuando obtuvo 58%, y el 31 de enero de 2021, cuando consiguió 60.7 por ciento.

Con esos momios es claro que el porcentaje de bateo de López Obrador sin la menor duda se mantiene arriba de .300, por lo que en cualquier momento puede propinar un toletazo que le permita dar la vuelta a las bases y sacar a doña blanca del estadio, además de realizar una amplia variedad de lanzamientos de respeto, por arriba de las 100 millas por hora.

Mientras, las vinculaciones a proceso de Alonso Ancira y Mario Marín se traducen en lanzamientos que dejan con el bate al hombro a los jugadores de la novena conservadora, que desencajados solo ven pasar las bolas de humo.

En este contexto el presidente tiene claras las limitaciones legales que le imponen las reglas del juego y la vigilancia que sobre cada uno de sus lanzamientos ejercerá no solo el ampáyer electoral central sino quienes observan cada una de las bases.

Como coach de bateo lo acompaña Mario Delgado, formalmente al frente de Morena, con la asistencia —entre otros— de Ricardo Monreal desde el Senado e Ignacio Mier desde San Lázaro.

Lo más complicado al momento sin duda es terminar de definir al roster del equipo de la 4T, que deberán conformar los mejores integrantes y simpatizantes de Morena.

Por su parte la novena conservadora, bajo la denominación Va por México, no termina de armarse en el plano nacional, replicando el esquema de coaliciones que simplemente no terminan de ser bien recibidas por la colectividad.

En consecuencia todo indica que con Andrés Manuel López Obrador como mánager, pícher abridor y bateador la novena de la 4T le propinará una blanqueada de antología a los conservadores, en una reseña digna de ser narrada por el mismísimo Pedro El Mago Septién.