TMEC: EL HORIZONTE ECONÓMICO SE COMPLICATMEC: EL HORIZONTE ECONÓMICO SE COMPLICA

Samuel Rodríguez
Columnas
TEMEC 2022

No hay que ser un gurú de las finanzas para saber que el horizonte económico se complicará en el corto plazo, no solo para México sino para sus socios comerciales en el TMEC.

Independientemente de los constantes ajustes a las tasas de interés que aprobó en el pasado reciente el Banco de México y del programa que busca controlar el precio de los principales productos de la canasta básica, a pesar de los millones de dólares que llegan al país a través de las remesas; o la cuantía de las reservas internacionales del país, así como del subsidio que se otorga a los combustibles… pese a todo ello, en el horizonte económico se aprecian nubarrones de tormenta.

México está lejos de ser una ínsula o uno de los gigantes de la economía internacional. Está inserto de plano en el comportamiento de la economía global. Lo cierto es que al ser parte activa del tratado trilateral de comercio con Estados Unidos y Canadá su destino en términos financieros está ligado al de las finanzas de ambas naciones.

No se trata de ser pesimistas, sino más bien de observar el panorama con objetividad.

Una de las frases más célebres de Mario Benedetti es: “Un pesimista es solo un optimista bien informado”.

Por otra parte, las amas de casa y todos aquellos que cotidianamente acuden lo mismo al supermercado que a las plazas comerciales, tiendas de conveniencia, mercados o tienditas, en los últimos meses y años han registrado y percibido de manera directa un incremento en los precios de los productos que consumen con regularidad.

Las ciudadanas y ciudadanos en general, el grueso de la población de México, tienen una percepción clara del comportamiento de la economía que se refleja en su poder adquisitivo y bienestar.

Prepararse

No hay que olvidar que al menos durante las últimas cuatro décadas como nación, México y su población han enfrentado y superado diversas crisis económicas. Muchos de quienes hoy conducen el destino no únicamente del país sino también de los sectores empresarial y social crecieron en medio de esas crisis. Entre ellas hay que recordar al menos dos, la que acompañó el inicio del sexenio de Ernesto Zedillo y la de 2007-2008, que impactaron en gran medida las finanzas nacionales. Sin dejar de mencionar la crisis que llevó a quitarle tres ceros a nuestra moneda en 1993 para dar paso al nuevo peso.

Las crisis económicas no dependen de tendencias ideológicas o tendencias políticas: afectan por igual a todo tipo de gobiernos, no respetan planes, ni pueden frenarse por decreto.

De ahí que el Banxico —no solo en la actualidad sino durante décadas— ha mantenido una postura y un criterio diverso del oficial, con base en su autonomía, lo que le lleva a adoptar medidas que repercuten en el incremento de las tasas de interés, como consecuencia del panorama adverso que aprecia.

Pero no es la única instancia que no tiene una percepción positiva del horizonte económico. En Canadá, en julio pasado, el Royal Bank of Canada (RBC), una de las principales instituciones financieras de esa nación, advirtió que el país sufrirá una recesión “moderada” en 2023 debido a la elevada inflación y la subida de los tipos de interés.

Sin embargo, advirtió que será de corta duración y anticipó que la economía canadiense sufrirá por la escasez de mano de obra que experimenta el país. En esa ocasión estimó que la economía canadiense se contraerá medio punto en el segundo y tercer cuarto de 2023, pero en los últimos tres meses del año se recuperará con un crecimiento de 0.2 por ciento.

Por su parte, también en julio se apreció que EU entró en recesión técnica en el segundo trimestre del año, cuando su PIB experimentó una caída de 0.2% tras ya haberse contraído 0.4% en los tres primeros meses del año. Sin embargo, estos retrocesos fueron compensados en parte por un alza en las exportaciones y el gasto de los consumidores.

A partir de la relación comercial con EU y Canadá, así como del hecho de que los efectos de la economía global en el comportamiento de las finanzas de todas las naciones del orbe no se pueden ignorar, no queda más que prepararse para enfrentar de nueva cuenta un horizonte económico adverso. Las señales están sobre la mesa y no hay más que apreciarlas, porque ignorarlas no contribuirá en nada a transitar hacia un mejor estadio económico.