EL SUPER BOWL DEL GUACAMOLE

“Mejor que la venganza de Moctezuma”.

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Columnas
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Eres el aguacate de mi guacamole.

Anónimo

Uno de los eventos deportivos más importantes en la vida de los pinches gringos (con cariño) es el Super Bowl. Vea usted si no: la entrada para el juego entre Cincinnati y los Rams cuesta entre cinco mil 700 y 36 mil dólares. Haga cuentas: entre 180 mil morlacos hasta 700 mil pesos. O sea, una casa de interés social. El boleto incluye comida, fiestas particulares y la oportunidad de conocer a algunas estrellas del futbol americano.
El costo de cada segundo en publicidad por transmisión es de tres millones 741 mil 833 pesos. En CMMX es más barato: el segundo se valora en 20 mil pesos. O sea, 30 segundos salen en 600 mil pesos. La locura.

Pero la cosa no para ahí. Entre refrescos y cervezas vendidas se calcula que la cifra es de mil 500 millones de dólares. De vino se estima que se venderán 559 millones en promedio. Eso equivale a 8.7 tragos por persona. Y es el día que más se consume el aguacate.
A partir de 1997 los productores de aguacate michoacanos comprobaron que esta fruta no contenía el gusano barrenador y lograron exportarla.
Este año, según la asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México (Apeam), pese a la pandemia la exportación aumentará 4% comparado con el año pasado. O sea, aproximadamente 132 mil toneladas de aguacate, representando 13% de las ventas anuales.

Curiosamente este producto no paga arancel. Hace ya más de 20 años a uno de los productores se le ocurrió anunciar el aguacate en forma de guacamole con totopos para el partido final en la tele.
Otras fechas en que se consume en EU son: el 5 de mayo, Halloween, el mes de la Hispanidad y el Día de Acción de Gracias. Y es que “que alguien me diga que no le gusta el aguacate”.
El significado de aguacate según la lengua náhuatl es “Testículo” por la forma parecida con ya saben qué. Estos pobladores mexicanos tenían sentido del humor. El Super Bowl es pues el día en que los pinches gringos se comen nuestros testículos y además pagan por ello. Mejor que la venganza de Moctezuma.

El juego

Tris se encontraba descansando junto con su sobrina cuando comenzó a escuchar una pelea en el departamento de abajo. Al cabo de un rato se oyeron unas detonaciones de pistola. Tris rápidamente puso a Lorenza debajo de la cama, tomó sus dos armas y bajó.

Rompió la puerta de una patada. Una mujer sostenía una escuadra .22 en la mano. Seguía saliendo humo por el agujero de salida. Tenía los ojos rojos de rabia. En el otro lado de la sala estaba el cuerpo sin vida de un hombre que Tris luego supo era el amante de la mujer.

Tris le preguntó a la señora qué había ocurrido. Ella, muy ufana, se volvió a Tris y soltó una carcajada.
––El muy cabrón se comió todo el guacamole que hice, junto con el chicharrón prensado.
Al acabar de decir esto se puso la pistola en el corazón y disparó. Tris regresó al cabo de las diligencias correspondientes y Lorenza, su sobrina, preguntó:
—¿Qué fueron esos ruidos y por qué tardaste tanto?
—Estaban celebrando un gol de campo, tenían unos cohetes que detonaron y me invitaron una cerveza.

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