La edad es un tema de la mente sobre la materia. Si no te importa entonces no importa.
Mark Twain
Proyectos Monclova es una galería de arte contemporáneo en la calle de Lamartine 415, en la Alcaldía Miguel Hidalgo. Es un lugar donde los espacios confluyen y fluyen de una manera excepcional, en el más puro estilo minimalista. Todo está donde debe estar, nada fuera de sitio. Es exacta, pura, maravillosa.
En el salón principal hay una pequeña pero nutrida exposición y venta de la gran artista plástica Ángela Gurría. Se encuentran alrededor de una treintena de las obras de la creadora, con una curaduría también extraordinaria.
También la obra fluye, algunas piezas incluso vuelan. Es una maravilla. Bien por el título Escuchar la materia.
La materia nos habla directamente, sin tapujos, franca y única. Al parecer la mayoría de lo expuesto son piezas que estaban en la casa de Gela al sur de la ciudad y la selección la llevó a cabo su hijo Emilio. No están todas las que son ni son todas las que están, pero nos dan una clara idea del quehacer de la escultora y pintora. También se encuentran algunos de sus cuadros. La muerte representada con calaveras es sin duda un gran motor, pero desde un punto de vista luminoso. La composición de todo el salón hace que parezca que la obra se diseñó para estar en ese espacio, en ese justo momento.
Ella ganó en 1960 el premio del Instituto de Arte de México. En 1967 recibió una condecoración en la III Bienal de Escultura y en 1980 la medalla de oro de la Academia del Arte del Lavoro, Italia.
Hay en la parte de arriba otra muestra del artista Yoshua Otón, quien es fundador de los espacios de Arte Panadería y Soma.
Valga decir que los espacios que creó Andrés Pastor son en sí una obra de arte. Tienen que visitar este recinto, que se remodeló hace un año. Será una experiencia que recordarán por siempre. Pueden contactar vía telefónica para hacer una cita.
Les recomiendo también que antes de llamar vean el video que se encuentra en la plataforma con el nombre de Proyectos Monclova: ahí se darán una idea de lo que van a encontrar.
La mariposa
Tris encontró el cuerpo del joven debajo del mármol tallado por Ángela Gurría, afuera de un jardín cerca de Miguel Ángel de Quevedo.
La cabeza estaba destrozada, no se reconocía. Los ojos se encontraban fuera de sus cuencas. La ropa era cara y los zapatos de marca estaban todos salpicados de masa encefálica.
Pero la obra se mantenía intacta. No había manchas de sangre en ella, aunque era evidente que había sido el arma con la que perpetraron el crimen. La textura de la piedra era perfecta. Como hecha por los dioses: no había huellas ni nada.
Nunca supieron quién mató al hombre. Fue de los pocos casos que Tris no pudo terminar y quedó pendiente: el expediente sigue abierto. La pieza era una mariposa y casi volaba.