Cae el sector externo

Las ventas mexicanas al exterior cayeron 4.1% para cerrar en 389 mil 722 millones de dólares. 

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Foto: Cuartoscuro
Sergio Sarmiento
Columnas
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Durante décadas el sector externo ha sido el motor y rescatista de la economía nacional. Hoy las cosas son distintas: mientras que el comercio interno ha mostrado una recuperación, que demuestra que por fin los consumidores han logrado superar el golpe del aumento de impuestos de 2014, el comercio internacional se encuentra estancado. O más bien está sufriendo una contracción.

Ni las exportaciones ni las importaciones levantaron cabeza el año pasado. Las ventas mexicanas al exterior cayeron 4.1% para cerrar en 389 mil 722 millones de dólares. Las importaciones descendieron 1.2% y quedaron en 395 mil 232.4 millones.

La combinación de estos dos descensos, sin embargo, provocó un incremento enorme, de 407.6%, en el déficit comercial, el cual alcanzó un nivel importante de 14 mil 460.4 millones de dólares.

Las cifras del comercio exterior recalcan algo que al parecer los inversionistas internacionales aún no han acabado de entender: México ya no es un país petrolero. Las exportaciones petroleras, de 23 mil 432.5 millones de dólares en 2015, solo representaron 6.1% de las exportaciones totales del país. En diciembre esta participación se redujo a 3.9%.

En contraste, las exportaciones manufactureras, de 339 mil 976.7 millones de dólares, representaron en 2015 poco más de 89% de las exportaciones. Mucho ha cambiado el país desde los tiempos en que 80% de nuestras exportaciones eran petroleras. Hoy somos un país manufacturero.

Consumo

México ni siquiera es ya exportador neto de productos petroleros. Las ventas petroleas mexicanas alcanzaron los 23 mil 432.5 millones de dólares en 2015. Las importaciones, en cambio, fueron de 33 mil 287.7 millones de dólares. El déficit petrolero llega así a nueve mil 855.2 millones de dólares.

En 2015, sin embargo, no solo cayeron las exportaciones petroleras, que lo hicieron en 45%, sino que las no petroleras solo pudieron crecer 0.8%. La mayor caída, de 11.1%, se registró en los productos mineros. La depreciación del peso no ayudó a la mayoría de los productos manufacturados en nuestro país, que tuvieron un avance de apenas 0.8%. Las exportaciones automotrices, sin embargo, siguieron aumentando a un ritmo razonable: 4.6 por ciento.

Las cifras ayudan a entender por qué la economía mexicana no alcanza a remontar a pesar de haber tenido un buen desempeño en el consumo interno. Si bien todavía no hay cifras definitivas sobre el crecimiento del producto interno bruto de 2015, se calcula que el año cerró con una expansión de alrededor de 2.5%. Si se descuentan la declinante industria petrolera y el sector externo, sin embargo, el resultado cambia.

La economía mexicana habría crecido 3% o más en 2015 si la industria petrolera y las exportaciones hubieran tenido un comportamiento más cercano a la norma de años anteriores. El consumo interno está logrando cifras de expansión cercanas a 4% y por eso está impulsando el poco crecimiento que tiene la economía nacional en estos momentos.

Es bastante inusitado que sea el consumo interno el que impulsa a la economía nacional. Desde que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte las exportaciones han sido el principal motor de la economía. Esto nos ha ayudado a superar momentos complicados. Pero en esta ocasión el impulso viene del consumo nacional.

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