Previsiones a la baja

Previsiones a la baja
Foto: NTX
Columnas
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Parece que en los últimos años las previsiones oficiales sobre el crecimiento de la economía solo han servido como punto de partida para realizar reducciones posteriores. Por eso no sorprendió que este pasado 12 de agosto el Banco de México disminuyera su pronóstico de crecimiento para 2015 de una banda de 2 a 3% a una de 1.7 a 2.5%. Los ajustes a la baja se han hecho una costumbre.

Esta es la segunda vez en el año que el Banco de México reduce sus previsiones. La nueva cifra es significativamente menor que aquel 3.7% que la Secretaría de Hacienda propuso originalmente en los Criterios generales de política económica 2015. En 2014 el pronóstico original fue de 3.9%, pero la expansión real alcanzó solo 2.1 por ciento.

Muchos factores han conspirado para mantener el crecimiento en nuestro país en un nivel reducido. Algunos son internacionales, como el desplome en los precios del petróleo, y otros nacionales. Entre estos últimos destaca el aumento de impuestos de 2014, que afectó al consumo y todavía no ha sido absorbido completamente por la economía.

México no se encuentra solo en el mundo en esta situación de bajo crecimiento. Estados Unidos tuvo un mal inicio de año, aunque el pronóstico para todo 2015 se mantiene en 2.4%. En Europa se espera una expansión de 1.7%. En América Latina, Argentina y Brasil han caído en recesión mientras que la tasa de expansión de Chile se ha desacelerado.

La depreciación del peso ha generado una gran preocupación en nuestro país, en parte por esa memoria histórica que hace que muchos mexicanos relacionen las devaluaciones con crisis económicas. En esta ocasión, sin embargo, la depreciación del peso no se ha traducido todavía en un aumento en la inflación. El índice nacional de precios al consumidor subió solamente 2.7% en los doce meses concluidos en julio de 2015. Por primera vez los aumentos en los precios están por debajo del objetivo inflacionario de largo plazo del Banco de México, que es de 3 por ciento.

Atrapados

México no está sin armas en este momento complicado. El Banco de México, aun después de gastar más de tres mil millones de dólares en apuntalar al peso, mantiene 190 mil millones de dólares en reservas. Si bien el crecimiento no alcanzará los niveles previstos originalmente, el país no ha caído nuevamente en recesión. El bajo nivel de inflación da un buen margen de maniobra a las autoridades para tratar de reanimar la economía sin provocar una escalada en los precios.

No hay duda, sin embargo, de que la economía mexicana no está logrando el crecimiento económico vigoroso que permitiría al país salir adelante de manera definitiva y que varios gobiernos, incluido el actual, han prometido. Varias de las reformas estructurales pueden ser positivas, pero pueden pasar varios años para que su efecto se haga notar.

La reducción de las previsiones de crecimiento del Banco de México no sorprende, pero sí decepciona. Mucho se ha dicho que México tiene el potencial para crecer a tasas de 6% al año o más. El que a pesar de todo sigamos atrapados en una tasa de 2% es una enorme frustración para los mexicanos.

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