Ahí estuvo Checo, en el lugar correcto, con el rendimiento esperado y el triunfo anhelado. Sergio Pérez conquistó su segundo triunfo en la Fórmula 1 en el Gran Premio de Azerbaiyán, respondiendo a las exigencias por las cuales lo trajeron a Red Bull.
Para él es también dar un paso más en la búsqueda por convertirse en el mejor piloto mexicano de todos los tiempos.
El tapatío alcanzó su primera victoria con el equipo austriaco con la contundencia de mantenerlos al frente del Campeonato de Constructores y respondiendo a las exigencias de ser el compañero fiable para los Toros Rojos.
Red Bull llevó a sus filas a Checo con el objetivo de conformar un equipo sólido junto al holandés Max Verstappen para poder ser serios contendientes al título por equipos, que Mercedes acaparó en los últimos siete años. Ese es el punto débil que tuvieron los austriacos en las últimas dos temporadas y de ahí la apuesta de traer a un piloto externo a su programa de jóvenes conductores, como no se veía desde la presencia de Mark Webber, quien corrió su última temporada en 2013.
Es por ello que las exigencias se multiplicaron sobre el mexicano, incentivado porque en las cinco carreras anteriores dejó al neerlandés solo en su batalla contra los Mercedes. Ante esta situación Pérez pidió cinco carreras de familiarización con su nuevo auto de motor Honda. En Azerbaiyán era la sexta fecha, ya sin el margen para el acoplamiento solicitado.
Aspiraciones
La respuesta fue contundente: con el tapatío en lo más alto del podio. Si bien su triunfo se dio ante la falla de un neumático en el monoplaza de su coequipero en las vueltas finales, nadie le quita el mérito de remontar desde la sexta posición y aguantar por más de 30 vueltas a Lewis Hamilton —el actual monarca y siete veces campeón del mundo— atrás suyo.
Con los puntos sumados se ubica en la tercera posición del Campeonato de Pilotos, en lo que ha sido su mejor arranque de temporada en sus once años en la F1, con cinco top 5 en seis carreras disputadas.
Para los de Red Bull Checo es apenas el quinto piloto que sale victorioso en sus 17 temporadas disputadas y entre los doce pilotos que han pasado por la escudería. Aún con 16 carreras por delante el rendimiento del mexicano alimenta las aspiraciones del equipo de la bebida energética para volver a conquistar un título de constructores, algo que no consiguen desde hace ocho años.
En el contexto del automovilismo mexicano Checo iguala la mejor marca de victorias para un piloto tricolor, que era del legendario Pedro Rodríguez, con dos triunfos en la F1, en el único rubro que aún no logra superarlo.
Las comparativas históricas siempre son debatibles. En la época de Pedro los pilotos tenían más libertad para correr diferentes seriales. En ese contexto el difunto piloto conquistó las 24 Horas de Le Mans y otras míticas carreras. Por lo pronto, solo en lo que respecta a la Fórmula 1 ya Sergio es el mejor mexicano de la historia, sin discusión.
Checo ilusiona. Su rendimiento lo proyecta a ser un contendiente por el podio en cada carrera y una pieza clave para buscar desbancar a los Mercedes. Respecto de sus marcas para el deporte motor mexicano tiene todo para lograr números inéditos cuando se encuentra en la mejor parte de su carrera deportiva.