El escenario perfecto para el jugador perfecto. Así llegan los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 para el tenista serbio Novak Djokovic en busca de alcanzar la gloria completa: la de colgarse el oro olímpico, el sueño de lograr el Golden Slam y de una vez por todas erigirse como el mejor tenista de la historia. Nole es un titán. Construye su victoriosa carrera en una época de grandes colosos, con el suizo Roger Federer y el español Rafael Nadal en una memorable era de leyendas del deporte blanco en que rompen todas las marcas del tenis. Y en tierras niponas podría caer otra más. El bautizado grupo “Big 3” se encuentra empatado con 20 Grand Slam cada uno. El dominio de estos tres prodigiosos se traduce en que juntos han conquistado 60 de los últimos 72 “grandes”, con el más reciente triunfo del serbio en el pasado certamen de Wimbledon. Nole parece ser en esta batalla por convertirse en el mejor quien tiene las condiciones idóneas para lograr el desempate. A su triunfo en la catedral del tenis se suman las conquistas este año en el Abierto de Australia y en Roland Garros. El hilar los campeonatos de estos tres certámenes en una misma temporada es algo que no se veía desde 1969 con el australiano Rod Laver, el último en lograr el llamado Grand Slam (que es ganar los cuatro torneos en un mismo año corriente). El Abierto de Estados Unidos es el siguiente peldaño para lograr esta mítica marca. Pero además Novak puede hilar otro hito, conseguido solo una vez en la historia: el Golden Slam: este récord consiste en ganar los cuatro Grand Slams y la medalla de oro olímpica en un mismo año. La tenista alemana Steffi Graf es la única que lo logró: fue en 1988 con su oro en las Olimpiadas de Seúl, en tanto que en la rama varonil nadie lo consigue aún. Ese es el objetivo que se trazó Nole, quien fue uno de los pocos tenistas Top 20 que aceptó el reto de afrontar un certamen con todos los retos logísticos que el Covid representa. Brillo El escenario es perfecto. No estarán Nadal ni Federer, pero tampoco se presentarán otras fuertes raquetas como las de Dominik Thiem, Denis Shapovalov, Milos Raonic, Roberto Bautista, Stanislas Wawrinka o Grigor Dimitrov. Además la superficie del parque de tenis Ariake es dura, el suelo favorito de Djokovic. Por momentos estas pistas tienen hasta el mismo resplandor azul del Abierto de Australia, donde el serbio conquistó el título en nueve ocasiones. La justa olímpica también es un gran pendiente para el tenista número uno del mundo. En tres apariciones su máximo logro hasta el momento es la presea de bronce conseguida en Beijing 2008. También está la necesidad de quitarse la espina de haber sido eliminado en la primera ronda en Río 2016 e igualar el oro que ya lograron Rafael Nadal (Beijing 2018) y Roger Federer (en dobles, también en la justa china). Novak, a los 34 años, se encuentra en el mejor momento de su carrera. Dominador, conquistando “grandes”, como favorito para llevarse la gloria olímpica en tierras niponas y a un paso de convertirse con todo derecho en el mejor tenista de todos los tiempos. Tokio solo sería un brillo resplandeciente más en su perfecta carrera.
EL PASO PERFECTO DEL GOLDEN SLAM
“Novak, a los 34 años, se encuentra en el mejor momento de su carrera”.
