Renata Zarazúa no nacía aún cuando la mítica arcilla de Roland Garros vio por última vez a una tenista mexicana competir en el cuadro principal femenil: ya se vislumbra lejano aquel certamen de 1995 en que Angélica Gavaldón cortaba el aire con su raqueta en el Grand Slam parisino, pero hoy finalmente se tiene a un nuevo referente tricolor en la élite del tenis mundial.
La tenista capitalina por nacimiento y tapatía por crecimiento se presentó al primer torneo grande de su carrera a pocos días de cumplir 23 años. Su hazaña recobra más trascendencia en el contexto que vive: con una Federación de Tenis dividida, poco apoyo de las instituciones deportivas para la formación de nuevos tenistas y tras años de tener al deporte blanco hundido en la mediocridad.
Renata, entrenada por su hermano Patricio, también rompe una racha de 20 años desde que una mexicana no se ubicaba en el cuadro principal de un Grand Slam. La última vez también correspondió a Gavaldón, quien participó en el Abierto de Australia de 2000.
Para lograr ubicarse entre las mejores raquetas femeniles del planeta Zarazúa hiló tres triunfos en la qualy del torneo, que incluyó un dulce festejo al vencer a la chilena Daniela Seguel por 6-3 y 6-3.
No conforme con su calificación a Roland Garros, Renata hizo su debut con aplomo para imponerse a la francesa Elsa Jacquemont 6-1 y 6-2. Su festejo fue sobrio, su saque demoledor. Para dimensionar este triunfo: es apenas la tercera tenista mexicana que gana un partido en Roland Garros en la era abierta, tal como lo hicieran Gavaldón (1994) y Elena Subirats (1968).
Objetivo
Renata se ha forjado un gran 2020 dándole vuelta a la pandemia, llegando hasta las semifinales del Abierto Mexicano de Tenis. Hasta la fecha es la mejor participación de una tenista tricolor en el torneo de Acapulco.
Es verdad: tiene en su ADN el tenis ya que su bisabuela fue campeona nacional, en tanto que su abuelo jugó en la Copa Davis. Pero fue su padre el que apostó a llevarla de Guadalajara a Estados Unidos hace diez años en busca de impulsar su carrera y cazando patrocinios. Hace siete años fue sembrada en el ranking 862 tras sus primeros torneos profesionales; hoy tiene el objetivo de llegar al top 100 y está a solo 78 peldaños de conseguirlo.
Durante el confinamiento aprovechó la situación para concentrarse en la Academia de Saddlebrook, en Florida, para mejorar su físico y afinar su técnica, que la tienen como si nunca hubiera parado de competir.
Además de la grata sorpresa que representó Zarazúa, el Abierto de Francia enfrenta su propio reto logístico al realizarse ahora como el último Grand Slam del año, sin una temporada previa de torneos de arcilla, con un limitado acceso de aficionados y estrictos controles sanitarios para los tenistas.
Han sido cinco intensas semanas desde que el tenis se reactivó. Primero con la burbuja formada en Nueva York y luego concentrando los torneos en Europa, teniendo a las televisoras como la principal entrada para sostener el financiamiento de los partidos.
Roland Garros entra en su semana crucial en busca de un nuevo vencedor de la Copa de los Mosqueteros en el año más complicado para el tenis profesional en más de 15 lustros.