En los hechos las operaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) iniciaron a las 6:30 horas del lunes 21 de marzo con el despegue del vuelo de AeroMéxico a Villahermosa, Tabasco, con 45 pasajeros: con ello comenzó a escribirse la historia de la terminal aérea comprometida por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Las voces críticas enmudecieron ante la realidad: llegó el fin de las especulaciones para dar paso a la certeza. El arribo del primer vuelo comercial proveniente de Guadalajara a cargo de Viva Aerobús y del primer vuelo internacional a cargo de la aerolínea Conviasa desde el aeropuerto Simón Bolívar de Caracas, Venezuela, complementaron en términos generales el esquema informativo por lo que hace a las primeras operaciones.
El mito en torno de la operatividad y eventuales accidentes quedó desterrado.
Previamente López Obrador, al viajar hasta el AIFA desde Palacio Nacional, donde encabezó la reunión de seguridad y posteriormente la conferencia mañanera, se encargó de demostrar que el arribo era un tema superado. Además, por supuesto, del desplazamiento de invitados especiales y ciudadanía en general que se trasladó a las instalaciones del AIFA para testimoniar su puesta en marcha.
A la par de la ceremonia inaugural que congregó a gobernadores del país, con Alfredo del Mazo, Omar Fayad y Claudia Sheinbaum como oradores; integrantes del gabinete presidencial; representantes de los poderes Legislativo y Judicial; empresarios e invitados especiales, se dieron cita ciudadanos para expresarle su apoyo al presidente.
En pocas palabras, el 21 de marzo si bien se celebró un aniversario más del natalicio del Benemérito de las Américas, marcó el inicio de una nueva era en la historia de la aviación comercial en México.
Cumplimiento
Para dimensionar el logro de la 4T es necesario tener presente que la construcción del AIFA implicó una inversión de 75 mil millones de pesos, generó 162 mil empleos y contó con la supervisión de 195 ingenieros de la Sedena. Así como que se construyó en una superficie de 384 mil 128 metros cuadrados con una fachada de mil 96 metros lineales.
La Secretaría de la Defensa Nacional, bajo la conducción del general secretario Luis Crescencio Sandoval, puso de relieve una vez más la capacidad de los profesionales de la construcción del país, así como de los profesionales de la aviación y otras disciplinas que se conjugaron para planificar y desarrollar la nueva terminal aérea.
El AIFA es una obra fundamentalmente mexicana que se erigió bajo la coordinación y tutela de ingenieros militares, que de manera obligada sumaron sus capacidades con las de empresas particulares especializadas en cada uno de los ramos para dotar al país de una nueva terminal aérea.
Terminó la especulación, el presidente López Obrador comenzó la entrega de las denominadas obras prioritarias de la 4T y ahora toca el turno al Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.
Durante no poco tiempo se dará continuidad a temas como el costo y la culminación de algunas obras complementarias, así como el incremento de vuelos y la ocupación de locales comerciales, pero es innegable que habemus AIFA.
A partir de ahora serán pocos los que coloquen en tela de juicio el cumplimiento de los compromisos del presidente por lo que hace a proyectos prioritarios.
López Obrador destacó que el AIFA está concluido 100% y con toda claridad aceptó que aún faltan por terminar algunas obras de acceso, con lo que de entrada calló las voces de los críticos mordaces.